Vale decir que existe una sola Iniciación y esta es la que corresponde al Gr:. de Ap:., las siguientes ceremonias de elevación en grados superiores tienen por función el plasmar las fases de progreso y disciplina en la Senda del Iniciado. El segundo grado tiene por objeto hacer del neófito un vidente, desarrollar el ojo interno a fin de que pueda conocer la Luz de la Verdad que lo encaminará al sagrado Magisterio.
La peregrinación del primer viaje comienza por el Sur hacia el Oriente y así del Norte hasta el Occidente, situando al recipiendario entre CCOL:. nuevamente. Este viaje representa el primer año de estudios del Iniciado, que se emplea en conocer la calidad de los materiales y el modo de trabajarlos. El neófito lleva consigo el martillo y el cincel, dichos elementos pertenecen al Gr:. anterior en el cual desbastó la piedra bruta de su Ser, estos representan las dos facultades gemelas que son, respectivamente, la voluntad y la determinación inteligente. La voluntad utiliza la fuerza de gravedad, que con la masa metálica que se compone, puede dividir la piedra bruta en distintas fracciones menores. Es una fuerza o poder que llegará a ser destructiva sin el uso adecuado de la inteligencia, esto está representado por las naturalezas humanas rajásicas en donde prevalece el elemento activo del azufre y que constituye la casta de los chatrias; esta es la fuerza impulsiva y rebelde de todas las razas, representadas por los revolucionarios y los guerreros.
Por otro lado, el cincel tiene una masa metálica limitada en contraposición al martillo, su agudez graba formas más específicas sobre la materia desuniforme, no la hace pedazos, si no que la corta y moldea inteligentemente. El cincel sin la fuerza de voluntad es igualmente incapaz de producir por sí solo las bellas formas que requiere el Edificio Interno, esto está representado por las naturalezas puramente intelectuales que sin la energía necesaria no han de poder llevar a cabo ideales, planes ni proyectos. Se dejan llevar pasivamente por las condiciones del medio o voluntades ajenas, estas son las naturalezas tamásicas del elemento pasivo y femenino de la sal, constituidas por la casta de los vaysias, que son los comerciantes, artistas y empleados que con la debida dosis de azufre forman la fuerza motora de las sociedades y naciones.
El recipiendario Ap:. mediante el uso combinado y armónico de ambos instrumentos puede moldear su personalidad profana y así convertirla en una piedra labrada u obra de arte. La comunión de ambas facultades gemelas genera la naturaleza sátvica, en donde prevalece el elemento Mercurio (satva) o sea la inteligencia iluminada por el discernimiento de lo Real. La supraconciencia que ha de entregarnos el Mercurio nos coloca encima de los pares de opuestos realizando en nosotros la Piedra Filosofal, que es la perfecta unión del Amor y de la Sabiduría que nos da el cetro del Poder verdadero y durable; asociada a la casta de los brahamanes o directores espirituales de las naciones.
El primer viaje representa la primera gran misión que corresponde en purificar y desarrollar las facultades del Ser mediante el estudio de los cinco sentidos, los cuales son la guía para el hombre en el conocimiento de la naturaleza de sí mismo. Los sentidos son la ventana por donde el espíritu se asoma para reconocer los materiales que le rodean, por ende, deben mantenerse pulcros y claros ya que de lo contrario la percepción sería errónea. Cuando estos sentidos están perfectamente desarrollados y educados, pueden desempeñar sabiamente sus funciones, estos deben ser fieles servidores de la mente y agentes directos de nuestras facultades. Estos son: la Vista, que es por donde se puede discernir la belleza de la creación; el Tacto, que es por donde se informa al alma el conocimiento y las medidas de los materiales externos; el Oído, que nos comunica el lenguaje de los sonidos y el significado de sus frecuencias; el Gusto, que como fiel guía nos ha de separar lo saludable de lo nocivo y el finalmente, el Olfato, que por cuyo medio se diferencia vibracionalmente lo que ayuda a la vida de lo que puede destruirla.
La circunvalación del segundo viaje se realiza desde el Norte al Oriente y luego por el Sur de vuelta hacia el Occidente; representa el segundo año de estudios del Iniciado, en donde se utilizan instrumentos más ligeros de precisión en diferencia a las pesadas herramientas del viaje anterior, pues ahora debemos servirnos de la regla y el compás en esta etapa de emprendimiento intelectual.
Dios ‘geometriza’ dice el viejo Iniciado, de esta forma, el Comp:. debe adiestrarse en la geometría que nos da la clave del Arte de la Construcción, ayudándonos así a interpretar y plasmar los planes del Divino Arquitecto de los Mundos en el plano material. La regla y el compás son creativos y conogcitivos, el primero nos sirve para comprobar la regularidad de nuestros materiales y el segundo a ser personas medidas y prudentes. Por medio de tales instrumentos podemos plasmar casi todas las figuras geométricas, empezando por las dos elementales, que son la línea recta y el círculo. La perfecta unión de estos últimos, trazados respectivamente por la regla y el compás, representan la armonía y el equilibrio en la realización de las posibilidades infinitas de nuestro ser, además nos entregan la visión de las cosas finitas y limitadas existentes, conciliando así el dominio de lo concreto en relación a lo abstracto, para una más perfecta manifestación de lo Ideal en lo material.
Por otro lado en este segundo viaje se leen los Cinco Ordenes de Arquitectura, esto nos relata la forma en que los pueblos de las distintas épocas entendieron al hombre y a la sociedad, desde los dolmenes a las pirámides, de la puerta del Sol a los Moais o de las columnas del Templo de Karnak a las Cariátides del Renacimiento. Han de estudiarse los tres estilos clásicos de columna de la Antigua Grecia, que son la dórica, jónica y corintia; la columna italiana toscana y más tarde la compuesta, que viene a ser una combinación de la jónica y corintia. El principal propósito del estudio de la arquitectura es promover en el Iniciado un agudo sentido del cuidado en los procedimientos de construcción de su Templo, para que con la debida comprensión e idónea visualización de su proyecto, pueda edificarlo en torno al sendero de la virtud.
Prosiguiendo con las siguientes etapas del presente bosquejo, hemos de avanzar hasta el tercer viaje, el cual debe efectuarse sosteniendo aún la regla en la mano izquierda, pero ahora ha de reemplazar el compás por una palanca que debe sostener con su mano restante. Se inicia el recorrido por el costado Sur, llegando a Oriente para doblar por el Norte hasta el Occidente. Éste viaje representa el tercer año de estudios del iniciado, las enseñanzas del Trívium y Quadrívium, las ciencias y el Arte del Medioevo simbolizados por la palanca. La enumeración de las siete artes liberales ya aparece en una obra del escritor latino Martianus Capella. En la segunda mitad del siglo VI, Casiodoro procuró cristianizarlas y sistematizarlas como un cuerpo enciclopédico de conocimientos en sus Institutiones saecularium litterarum. Trivium significa en latín "tres vías o caminos"; agrupa las disciplinas relacionadas con la elocuencia, que son la gramática (lingua -"la lengua"-), dialéctica (ratio -"la razón"-) y la retórica (tropus "las figuras").
Quadrivium significa "cuatro caminos"; agrupa las disciplinas relacionadas con las matemáticas. Se estudia así la aritmética (numerus -"los números"-), geometría (angulus -"los ángulos"-), astronomía (astra -"los astros"-) y música (tonus "los cantos").
Como se ha mencionado anteriormente, la palanca es el quinto instrumento de los viajes, como el compás, está caracterizada por los dos puntos sobre los que se aplica (potencia y resistencia) y un tercero que sirve de fulcro o punto de apoyo, tiene, en comparación con el precedente, una función eminentemente activa, ya que son su auxilio podemos mover y levantar los objetos más pesados, aplicando sobre los mismos una fuerza apropiada. Por ende, representa el medio que se nos ofrece - con el desarrollo de nuestra inteligencia y comprensión - para regular y dominar la inercia de la materia y la gravedad de los instrumentos, levantándolos y moviéndolos para ocupar el lugar que les corresponde. El brazo extremo de la palanca nos permite la acción que hemos de ejercer con ambas manos, que son, estas son la facultad activa y la facultad pasiva de la voluntad y del pensamiento, que aquí han de cooperar - tal cual el uso del martillo y del cincel - en la concentración de la fuerza necesaria sobre el extremo libre de la palanca. Por ende, la quinta herramienta está guiada esotéricamente a la Fé, la Fé mueve montañas se expresa en el Evangelio, es con la cual el mundo puede ser levantado y transformado por medio de la fuerza de las ideas constructivas y propulsoras.
El cuarto viaje se realiza igualmente con la regla en mano, acompañandola esta vez con la escuadra: el sexto y último instrumento. El viaje comienza por la observación a las esferas celeste - bóveda celeste - y terrestre - globo terráqueo -, que nos explican los cambios que resultan de la revolución anual de nuestro globo alrededor del sol y la rotación diaria de la tierra sobre su eje, como lo redescubriera Galileo Galilei, quién pagó con su libertad el atrevimiento de anunciarlo. La peregrinación es por Norte hasta el Oriente, luego por el Sur en dirección a Occidente y finalmente, entre CCOL:..
La regla en asociación con la escuadra le enseña al Mas:. que “el fin nunca justifica los medios”, sino que siempre participa de éstos por lo que se refiere a su realización; y que, por consiguiente, sólo puede obtenerse un resultado satisfactorio cuando lo que se emplee esté en armonía con la finalidad que uno se ha propuesto. La escuadra es la conjunción de la horizontal y la perpendicular; es equivalente a la mística Tau de los egipcios, es decir, a la unión del nivel con la plomada, por medio de los cuales se construye el muro y se levanta un edificio en aplomo con las Leyes que gobiernan toda construcción.
La Piedra Cúbica no sirve todavía para el edificio social, lo que se necesita es la piedra en perfecta escuadra en sus seis fases; se debe trabajar la piedra de nuestra personalidad con las facultades espirituales, que están a su vez representadas por los instrumentos.
El cuarto ciclo de estudios del Iniciado debe dedicarse al bien de la sociedad, por consiguiente, se deben estudiar a los bienhechores de la humanidad: a los sabios, legisladores, filósofos y fundadores de cultos, que consagraron sus existencias al servicio del mundo. Solón, Sócrates, Licurgo, Pitágoras, entre otros, serán algunos de los maestros que se tratarán en este respectivo Gr:..
Finalmente, el quinto viaje, ha de realizarse sin ningún instrumento en las manos; se recorre de Sur a Oriente, luego del Norte al Occidente caminando hacia atrás y bajo la amenaza de una espada desnuda apoyada sobre el pecho del recipiendario. Este viaje, y la manera misteriosa como se cumple, tiene muchos sentidos y encierra profundas doctrinas de estudio, es por ello que existen diversas explicaciones e interpretaciones de este viaje, algunas de ellas son las siguientes:
Los primeros cuatro viajes han de dominar a los espíritus de la naturaleza, como fue explicado en el Gr:. de Ap:., ahora el quinto recorrido hace alusión al poder del Espíritu sobre los elementales. Desde el momento en que el hombre comenzó a materializar sus pensamientos divinos insensatamente, tuvo que ser arrojado del Jardín del Edén, porque, con la acumulación de sus deseos, creó el Intelecto y abandonó la Conciencia Impersonal Divina. Con la creación del Intelecto, formó un nuevo mundo en la parte inferior de su cuerpo, llamado Infierno. Entonces comenzó a estudiar el bien y el mal, creyendo que, con este estudio intelectual, podría volver de nuevo al Paraíso. Comenzó sus viajes en el mundo externo y, por fin, llegó un momento en que, cansado del uso externo de su mente, se retiró a su interior y, allí, encontró el verdadero camino para el Reino de Dios, prometido desde la formación de los siglos. Pero estos viajes a través de los Elementos de la Naturaleza, llenos de dificultades, sacrificios y dolores, obligaron al hombre a pensar y meditar en la manera de vencer esos obstáculos y esto fue el principio de su Iniciación Interna, o el retroceso del Quinto Viaje. Después, por medio de la Iniciación Interna, comprendió y sintió que el Fin es igual al Principio: el estado edénico era Impersonal; y así, el Reino de Dios debe ser Impersonal.
La carencia de instrumentos refleja que el Comp:. ya se ha adiestrado en el uso de los seis instrumentos fundamentales de la construcción, a saber, el martillo, el cincel, la regla, el compás, la palanca y la escuadra, que corresponden a las seis principales facultades, tiene ahora que buscar su séptima facultad central, que corresponde a la letra G (la séptima letra del alfabeto latino), el poder del Verbo cuyo perfecto conocimiento lo conducirá al Magisterio. Esta última fase represa un uso superior de sus habilidades una vez dominada la naturaleza inferior y se ha adiestrado en el uso de sus diferentes facultades espirituales, con la adquisición de nuevos poderes que representan la multiplicación de sus talentos. El abandono de la regla representa el estado de completa libertad que se consigue una vez que se han dominado los sentidos y las pasiones inferiores y el individuo abre su percepción hacia aquella Luz interior simbolizada por la Estrella Flameante.
La retrogradación, según nuestro ritual, posee un triple sentido de interpretación: el Astronómico, el Moral y el Secreto. En el Astronómico se ha imitado la aparente retrogradación del Sol, el cual para nosotros se levanta por Oriente y se pone por Occidente, en tanto la realidad nos indica que es la Tierra la que gira en su derredor, de Occidente a Oriente. Así, en este viaje se ha marchado conforme al movimiento real, entrando en la realidad y dejando atrás los sofismas de las apariencias. En el sentido Moral, se hace alusión al abandono de los instrumentos de trabajo antes empleados en donde se solía marchar hacia adelante en la senda del progreso iniciático y constructivo, más aquí en el quinto, se ha tenido que retroceder hacia las tinieblas del Occidente, ya que en la medida que nos acercamos a la Realidad, reconocemos que ésta siempre se manifiesta y procede en sentido inverso de la apariencia. Por último, el significado Secreto se encuentra en el misterio de la Metempsicosis y en el regreso contínuo de la vida luego de las muertes físicas, lo que nos permite nuevas revisiones para asegurar nuestro adelanto.
Volviendo a la visión astronómica, se ha comparado la retrogradación del templo con la que ejerce el Sol después del Solsticio de Verano, en donde empieza un movimiento en sentido inverso en relación con el anterior, alejándose siempre más, en su declinación, del hemisferio boreal, incrementando así la noche y el frío, que se hacen más evidentes según nos alejamos del ecuador en dirección del polo, hasta la noche de seis meses que caracteriza la región circumpolar. Otro ejemplo físico de esta verdad lo encontramos en el doble movimiento aparente del Sol alrededor de la tierra y del Zodíaco, que es en realidad la apariencia invertida del movimiento de rotación y revolución de la Tierra; mientras el sol se levanta para nosotros al Oriente y se pone al Occidente, pasando por el Sur, y nos hace ver en sentido inverso, en los doce meses los doce signos del Zodíaco, en realidad es la Tierra la que gira sobre sí misma alrededor del sol, del Occidente al Oriente, y pasando de Libra a Aries en los seis meses de luz creciente y de Aries a Libra en los meses de luz decreciente (con referencia al hemisferio norte, dado que en el austral las estaciones están invertidas).
A su vez, la retrogradación del quinto viaje ha de relacionarse filosófica y numerológicamente con el número cinco, el que representa también la caída del hombre (o sea, la involución del Espíritu o del Yo en los lazos de la Ilusión, que lo hacen en un primer momento esclavo de la apariencia material de las cosas), es natural que haya también en este viaje este sentido de caída o involución, que se manifiesta también en la vida del Iniciado como preliminar necesario de una más completa regeneración espiritual.
En conclusión, vale recalcar que, estos viajes, se los ha llamado muchas veces viajes mentales. Los viajes simbolizan el esfuerzo por dominar los espíritus de la Naturaleza, que son los cuatro elementales. Estos cuatro elementales son emanación del íntimo y el pensamiento plasmado del hombre. Dominar los elementales es dominar el cuerpo mental, cuerpo de deseos, vital y el mundo de las emociones e instintos. Muchas enseñanzas y detalles procedentes de los viajes serán dedicadas a otros trabajados del Gr:., en donde, de forma más específica se hará alusión a los mismos según corresponda.
DEMIAN LUCANO
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