Demian Lucano.
La
sola expresión “Los Elementales” no es tan ligera como puede aparentar, pues
tras ella hay todo un firmamento de ramificaciones que aquí he de tratar desde
una perspectiva lo más genérica posible. Con esto, evocaré la importancia del
carácter septenario que se revela a lo largo de infinitas escalas universales e
individuales y con las que el estudiante de ocultismo no podrá evitar encontrarse
a cada instante. Existen siete planos dimensionales aquí en la Tierra
proporcionados por la irradiación de nuestro Sistema Solar. Cada plano ha de
separarse el uno del otro por sistemas netamente vibratorios que van desde lo más
denso a lo más sutil, considerando que puede existir una diferencia entre uno y
otro como de, por ejemplo, lo metálico a lo gaseoso. Me referiré al plano que
proviene inmediatamente después del físico: el Astral o Kamaloka, ya que aquí
es en donde reside el Tercer Reino Elemental al cual aludiré. No abarcaré ni el
primer ni el segundo reino, ya que ambos pertenecen a una clasificación que habitan
los niveles Arupa-Loka y Rupa-Loka del plano devachánico o mental, he de
desarrollar este escrito sin saltarme etapas y así hacer hincapié en el reino
“más cercano” al nuestro.
El
Tercer Reino Elemental alude a lo imperceptible y a lo enigmático, aun así, es
inevitable que nos parezca curiosamente familiar debido a las viejas leyendas
célticas, druidas o en los cásicos cuentos de hadas que escuchábamos antes de
dormir. Esta atmósfera es inmensa en todas sus proporciones, está conformada
por miles de distintas especies que el proyector en Linga-Sharîra debe aprender
a reconocer y a controlar con el menor gasto energético posible. Es por eso que
en los antiguos templos de múltiples culturas se enseñaba al discípulo el
completo discernimiento en Kamaloka para un consciente y efectivo recorrido en
dicho plano.
Nosotros
los seres humanos estamos íntimamente relacionados con la esencia elemental, ya
que no hay rincón o instante en la que ésta no nos esté rodeando. Nuestra
evolución en este planeta va un tanto de la mano con la de los elementales, es
muy importante el rol que tenemos sobre ellos debido a que un control absoluto
de nuestra mente, verbo, pensamientos, instintos y emociones, determinarán en
cierta medida, el grado de evolución futura que ellos tengan. Según estudios
teosóficos, el sendero humano posee una evolución y objetivos totalmente
distintos al elemental, pero al convivir juntos – por ahora - en un mismo
“espacio-tiempo”, hemos de estar comprometidos en la evolución del otro,
principalmente por parte de nosotros, ya que esta vasta esencia reacciona en un
ínfimo fragmento de segundo a cada sensación que nosotros estemos
experimentando. Cada pensamiento incide en la esencia elemental y ésta ha de
crear formas de acuerdo a tales vibraciones. Cuando reflexionamos en determinada
cuestión, miles y miles de elementales que nos rodean están vibrando idénticamente
a lo que estamos ejerciendo con nuestra mente; es por ello, que la limpieza y
claridad mental deben ser constantes, ya que de esa forma, estaríamos ayudando a
la escala evolutiva. Este interesante proceso se asemeja a la reacción química del
agua que se está hirviendo con sus millones de burbujas en incesante movimiento.
Todo
espectro positivo o negativo proveniente de nosotros se verá reflejado en la
esencia elemental, la cual no tendrá otra opción que mimetizarse de acuerdo al
impulso que nosotros formemos, es como si viviésemos rodeados de plasticina o
arcilla moldeable. Esto ocurre inconsciente al humano, el cual está
constantemente pasando de un deseo a otro sin tener conocimiento del bien o del
daño que está haciendo, inclusive para ellos mismos. Muchos son los antiguos
tratados esotéricos que explican este procedimiento que en un futuro ha de
tomar forma en la encarnación monádica animal. Es por ello, menciona Franz
Hartmann – Teósofo y Rosacruz, discípulo de Madame Blavatsky - que mientras
existan amenazadoras plagas, epidemias, guerras, crisis biológicas, entre otras
calamidades, es porque aún queda mucho camino por recorrer, ya que son los
bajos instintos del hombre como el egoísmo, el odio, la sensualidad, la
superstición, la violación a los derechos humanos y sus derivados, los que se
reflejan en la sustancia moldeable de la Naturaleza, esto explica el por qué
aparecían estas señales en épocas de estrechez y/o depravación mental. El
actuar del fenómeno natural, en cierta medida, es diseñado por nuestro
inherente poder mental y curiosamente, la persona que persista en algún bajo
instinto, también irá adoptando la forma del animal que ese actuar represente,
es el espejo de la realidad.
El
discípulo o el Adepto a una metodología espiritual de vida, están al tanto de
este procedimiento y sabrán acallar su mente cuando sea necesario, o bien
crearán bellas formas de pensamiento que ya vendrían a ser “entidades
artificiales” creadas de substancia astral y elemental. Estas “entidades
artificiales” son pensamientos que han adquirido “vida” y “semi-conciencia” de
acuerdo al grado de impulso psíquico que invertimos en ellos. Por ejemplo: un
hombre asustado cree que le visitará un monstruo al otro lado de su ventana a
una cierta hora de la madrugada, tendrá tanta fe y depositará tanta energía en
aquella imagen que le habrá concebido vida artificial, manifestándose luego, en
el lugar y hora exactos. Esa entidad es un “hijo” al que le ha dado subsistencia
y ahora, una vez independiente, vendrá a pedir constante sustento para
sobrevivir, enviándole señaléticas a la mente inconsciente del creador para que
piense de nuevo en él y así entregarle el combustible energético adecuado.
Las
entidades artificiales, si no han de ser alimentadas (ya sea por olvido o por
fuerza de voluntad del creador) perecerán y volverán a la masa elemental
básica. En cambio, si estamos de forma continua atribuyéndoles características
o enfocando nuestros pensamientos en ellas, crecerán y adquirirán mucho poder llegando
a dominarnos. Muchas de estas entidades logran “desprenderse” para luego vagar
errantes por el mundo, vampirizando a quién le sea posible. Muchos de estos
seres siguen siendo erróneamente alabados por tribus africanas, exigiendo
veneraciones o alabanzas ya que de lo contrario tienen el suficiente vigor para
expresar tempestades o desordenes fenoménicos en las aldeas. El abundante
ímpetu invertido en arcaicos cultos ha provocado que “ellos” sigan creciendo,
encontrando diversas oportunidades para saciar la inagotable sed de vida. Cuando
el humano logre conciencia se percatará de esta verdad, hallando parcial
explicación de cada uno de los altos y bajos de su vida.
Como
hemos podido vislumbrar, la plasticidad de esta esencia es manipulable por la
razón y si éstas han de estar enfocadas a fines viles habrá un gran Karma que
pagar, retrocediendo así en la escala de evolución. En esto consiste el secreto
de la Magia Blanca y de la Magia Negra, además de los otros colores mágicos. Se
sabe que antes del Gran Diluvio, la civilización Atlante hizo un uso excesivo y
horripilante de estas formas mentales, en la mayoría de los casos,
destruyéndose unos con los otros con el afán de supremacía. El diluvio puso
drástico final a la Atlántida sepultándola bajo el océano por el descarrilado
infortunio que hicieron de sus aptitudes mágicas y espirituales. Sacerdotes
blancos atlantes pudieron premeditar el caos de la destrucción y son los que
migraron al Antiguo Egipto, llevando consigo sus enseñanzas sobre Ra Eterno.
Haciendo
un juicio de valores, hay que decir que no existe nada más horripilante que
desear mal a otros. Pero, las personas que son víctimas de estas fuerzas, siendo
puras de corazón y de espíritu, devuelven automáticamente todo el mal hacia su
creador. Es por ello que muchos Magos Negros han sido “destruidos” y “aniquilados”
por las corrientes que ellos mismos convocaron y este curso no está exento del
ignorante, pues, se realiza consciente o inconscientemente, queramos o no
queramos; cualquier pensamiento vengativo o tortuoso hacia un prójimo en
particular, cumple esta ley, sin importar si no lo sabemos. Este es el horrible
crimen que todo el tiempo está desenvolviéndose en la humanidad y es por eso
que nuestra actual época está en una crisis de dificultades. Manipulamos la
esencia elemental con fines viles sin saberlo, aunque el castigo siempre es
doble para el Mago que esté consciente de lo que hace, teniendo que pagar un
precio muy caro de acuerdo al nivel de potencia ejercido.
Si
la víctima del ataque, tiene impurezas en su comportamiento o en su pensar,
habrá entonces auto-creado perforaciones en su campo aúrico que facilitarán
entrada de las entidades, las que han de cumplir sus fines estando en cierta
medida “justificados”. Aunque esto siempre varía, son inclasificables la
cantidad de variantes. Aun así, este ejercicio jamás se debe realizar con
nadie. Ante nuestros enemigos debemos expresar todo el amor posible, porque el
amor es fuente de Sabiduría. Los Arcontes del Destino o los Lipika están al
tanto de quién se compromete con un juego de estas características, implantando
la Justicia necesaria según cual sea el contexto; ellos son los rectores
divinos del comportamiento en la Tierra.
La
Magia Blanca, para no os desalentaros, es la utilización positiva de la vasta
esencia elemental, pues podemos enviar seres angélicos o moldear entidades
preciosas que protejan a la/las personas de nuestro objetivo. Protección,
inspiración, amor, belleza, amistad, perseverancia, felicidad, son pocos los
conceptos de los que uno puede servirse para el bien. El mago blanco enviará
amor a toda existencia orgánica viva, a todo ser que habite el universo, hará
uso de sus facultades despiertas y con ello, hará avanzar a la evolución de los
elementales.
La
situación antes dicha ha creado ciertas rivalidades entre los reinos humano y
elemental, siendo causante que ellos nos tengan cierta desconfianza. El
proyector Astral siempre se encontrará en sus primeros viajes con esencia
agresiva y engañosa. Como bien hemos repasado, la substancia astral es
moldeable, cualquier Ser podrá crear una vestidura según su parecer, la del
Maestro es el Mayavirupa, con la cual puede transitar invisible. Los espíritus
de la Naturaleza nos pueden llegar a mostrar espantosas imágenes como métodos
de auto-defensa o burla, son las que vemos entre el sueño y la vigilia, en
pesadillas y fenómenos Poltergeist. Sin embargo, muchos son los elementales amorosos
que juegan gustosamente con niños o que nos entregan inspiración-consejos-ideas
creyendo que somos nosotros mismos; otros tantos protegen hogares si han
logrado una cierta relación de cariño con humanos.
Ahora
tengo la responsabilidad de aventurar este tratado a la clasificación de los
elementales con relación a la especie de materia que habitan. Pero antes de
ello, quiero resaltar la diferencia que existe entre elemental y espíritu de la
naturaleza, estos últimos son también elementales pero de una escala mucho más
evolucionada. Vuelvo a hacer utilización del carácter septenario mencionando la
existencia de siete grupos principales, pero ahora nos referiremos a los cuatro
grupos inferiores que se manifiestan en la Tierra, Aire, Fuego y Agua, ósea,
bajo estados sólidos, gaseosos, etéreos y acuosos, todos provenientes del Akashá
que es el primer elemento creado por Brahmá según el hinduismo. Los espíritus
de la naturaleza, que a su vez son los edificadores de toda sustancia que nos
rodea son, respectivamente: los Gnomos, los Silfos, las Salamandras y las Ondinas.
Con
la visión astral podremos observar que en cada piedra o elemento de material
sólido se encuentran elementales de la Tierra ahí viviendo y circundándole; así
mismo con una posa de agua, habitada de millones de elementales líquidos
trabajando para que esta pueda “existir”. Según Leadbeater, a la evolución de
los elementales se la ha llamado como “la curva descendente del arco” ya que
ellos van por el camino contrario al de la mayoría de las evoluciones, por
ejemplo de la nuestra; nosotros nos alejamos del mineral, en cambio la misión
de ellos es fundirse en la materia del reino de los minerales.
El
secreto de la Magia Elemental está presente en los estudios e iniciación Mas:..
El ceremonial de invocación elemental consiste en llamarles para Iluminar al
profano en su camino hacia la Luz y esto es porque, esos mismos elementos que ellos
crearon en tiempos remotos, son los que el Alquimista Cósmico ocupará para la
evolución del Todo y de Sí Mismo.
Los
elementales construyeron todo lo observable: las montañas, los océanos, las
nubes, los torbellinos, los ríos, la tierra que pisamos y el fuego que
descubrimos. Hay diversas categorías de sub-especies, todas en escala
septenaria. Son los “Los Maestros de la Ilusión y la Forma”, suelen ser
inocentes, juguetones y traviesos; aunque no todos obviamente. Hay con mucha
inteligencia y viceversa, hay otros de gran sabiduría que suelen ser rectores
de aldeas o comunidades de espíritus. Los cuatro Devarajanhs son los dioses de
los elementos, cuando alguna vez en nuestra pubertad hicimos en un solitario
bosque la invocación mágica a los Ángeles de los Cuatro Puntos Cardinales, para
nutrirnos de la energía de los cuatro polos terrestres, pues se la hacíamos a
ellos. Han sido nombrados en la biblia y en la simbología de todas las
religiones.
Es
muy importante aclarar que la Iglesia Gnóstica, específicamente las enseñanzas de
Samael Aun Weor, - fundador del movimiento neognóstico y autoproclamado
iniciador de la Nueva Era y Gran “Avatara” de Acuario - siempre escatimó que
las enseñanzas Teosóficas y Rosacrucianas están muy equivocadas en sus
aseveraciones. Este movimiento que tiene muchos adeptos a lo largo del mundo y
por otro lado, la base de la Gnosis en sí - corriente filosófica-religiosa de
los primeros siglos D.C. - aluden a distintas perspectivas sobre los procesos
evolutivos de los elementales. Menciona que los más evolucionados de cada reino
van ingresando al reino inmediatamente superior, que nosotros fuimos elementales
en un pasado y que los de ahora así lo serán en un futuro.
Según
Aun Weor, la Esfinge Egipcia es la Esfinge Elemental de la Diosa Naturaleza,
que es la suprema maestra de la Magia Elemental y que existe una escuela astral
que practica estos conocimientos a la cual, aún en estos días, el discípulo
puede acceder si es que los Guardianes o Retejadores del Templo estiman una
verdadera pureza de Espíritu. Los masones de la antigüedad eran discípulos de
esta secreta escuela de maestría en el Kamaloka. Además, cada uno de nosotros
tiene un instructor elemental que creamos cuando nosotros éramos puramente
elementales y que él nos ayudará como guía y como Maestro en la Magia práctica.
También el instructor o médico Gnóstico nos ayudará a la manipulación medicinal
de las plantas, lo cual tiene mucha relación con las practicas Wiccanas y con
las “brujas” ancestrales, como las Machis por citar algún ejemplo.
Este
polémico autor, mediante su filosofía iniciática de catorce iniciaciones,
nueve en Misterios Menores y cinco en Mayores, explica que a medida que se avanza
en las mismas, el Iniciado se relaciona con Grandes Deidades Elementales de los
elementos y con otros grandes Regentes Cósmicos. Existen gloriosas ofrendas en
respuesta a un determinado triunfo, como por ejemplo: el Dios elemental Horus
entrega uno de sus brazaletes de Oro al Iniciado y este último adquiere una
importante responsabilidad sobre regiones o pueblos enteros.
Aunque
ambas filosofías no difieren en muchos aspectos de sus enseñanzas, todo va más
por algo ideológico. Nunca olvidar que el estudiante de Ocultismo ve todas las caras de una
misma moneda, sin dejarse llevar por el fanatismo, encontrando en la intimidad
de cada doctrina un fondo de comunión, la Verdadera Sabiduría no es rechazo
hacia otras interpretaciones.
A
modo de conclusión, deseo aventurar que los grandes cambios climáticos que han
afectado últimamente al globo, son el fiel reflejo del problema de la humanidad
proyectado al mundo elemental, un eco-sistema disparejo y complicado que se
vuelve contra nosotros mismos, creando daños catastróficos que una simple
palabra no puede ejercer, o un simple gesto o mirada. El Paraíso Absoluto
llegará en futuros tiempos y ahí no correremos peligro de ningún tipo, al
contrario, todo será inmensa dicha esparcida por la tierra. Muchas mónadas
animales desaparecerán y habitarán otros seres que serán fiel exteriorización
del carácter divinizado del humano, representaciones de estos ideales vendrían
a ser el Unicornio o el Pegaso y otros seres que habitaron en antiguas Eras más
espirituales que la actual.
Fraternalmente, Demian Lucano.