Universo

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viernes, 26 de junio de 2015

LOS ELEMENTALES - Demian Lucano.

Demian Lucano. 


La sola expresión “Los Elementales” no es tan ligera como puede aparentar, pues tras ella hay todo un firmamento de ramificaciones que aquí he de tratar desde una perspectiva lo más genérica posible. Con esto, evocaré la importancia del carácter septenario que se revela a lo largo de infinitas escalas universales e individuales y con las que el estudiante de ocultismo no podrá evitar encontrarse a cada instante. Existen siete planos dimensionales aquí en la Tierra proporcionados por la irradiación de nuestro Sistema Solar. Cada plano ha de separarse el uno del otro por sistemas netamente vibratorios que van desde lo más denso a lo más sutil, considerando que puede existir una diferencia entre uno y otro como de, por ejemplo, lo metálico a lo gaseoso. Me referiré al plano que proviene inmediatamente después del físico: el Astral o Kamaloka, ya que aquí es en donde reside el Tercer Reino Elemental al cual aludiré. No abarcaré ni el primer ni el segundo reino, ya que ambos pertenecen a una clasificación que habitan los niveles Arupa-Loka y Rupa-Loka del plano devachánico o mental, he de desarrollar este escrito sin saltarme etapas y así hacer hincapié en el reino “más cercano” al nuestro.



      
El Tercer Reino Elemental alude a lo imperceptible y a lo enigmático, aun así, es inevitable que nos parezca curiosamente familiar debido a las viejas leyendas célticas, druidas o en los cásicos cuentos de hadas que escuchábamos antes de dormir. Esta atmósfera es inmensa en todas sus proporciones, está conformada por miles de distintas especies que el proyector en Linga-Sharîra debe aprender a reconocer y a controlar con el menor gasto energético posible. Es por eso que en los antiguos templos de múltiples culturas se enseñaba al discípulo el completo discernimiento en Kamaloka para un consciente y efectivo recorrido en dicho plano.
Nosotros los seres humanos estamos íntimamente relacionados con la esencia elemental, ya que no hay rincón o instante en la que ésta no nos esté rodeando. Nuestra evolución en este planeta va un tanto de la mano con la de los elementales, es muy importante el rol que tenemos sobre ellos debido a que un control absoluto de nuestra mente, verbo, pensamientos, instintos y emociones, determinarán en cierta medida, el grado de evolución futura que ellos tengan. Según estudios teosóficos, el sendero humano posee una evolución y objetivos totalmente distintos al elemental, pero al convivir juntos – por ahora - en un mismo “espacio-tiempo”, hemos de estar comprometidos en la evolución del otro, principalmente por parte de nosotros, ya que esta vasta esencia reacciona en un ínfimo fragmento de segundo a cada sensación que nosotros estemos experimentando. Cada pensamiento incide en la esencia elemental y ésta ha de crear formas de acuerdo a tales vibraciones. Cuando reflexionamos en determinada cuestión, miles y miles de elementales que nos rodean están vibrando idénticamente a lo que estamos ejerciendo con nuestra mente; es por ello, que la limpieza y claridad mental deben ser constantes, ya que de esa forma, estaríamos ayudando a la escala evolutiva. Este interesante proceso se asemeja a la reacción química del agua que se está hirviendo con sus millones de burbujas en incesante movimiento.
Todo espectro positivo o negativo proveniente de nosotros se verá reflejado en la esencia elemental, la cual no tendrá otra opción que mimetizarse de acuerdo al impulso que nosotros formemos, es como si viviésemos rodeados de plasticina o arcilla moldeable. Esto ocurre inconsciente al humano, el cual está constantemente pasando de un deseo a otro sin tener conocimiento del bien o del daño que está haciendo, inclusive para ellos mismos. Muchos son los antiguos tratados esotéricos que explican este procedimiento que en un futuro ha de tomar forma en la encarnación monádica animal. Es por ello, menciona Franz Hartmann – Teósofo y Rosacruz, discípulo de Madame Blavatsky - que mientras existan amenazadoras plagas, epidemias, guerras, crisis biológicas, entre otras calamidades, es porque aún queda mucho camino por recorrer, ya que son los bajos instintos del hombre como el egoísmo, el odio, la sensualidad, la superstición, la violación a los derechos humanos y sus derivados, los que se reflejan en la sustancia moldeable de la Naturaleza, esto explica el por qué aparecían estas señales en épocas de estrechez y/o depravación mental. El actuar del fenómeno natural, en cierta medida, es diseñado por nuestro inherente poder mental y curiosamente, la persona que persista en algún bajo instinto, también irá adoptando la forma del animal que ese actuar represente, es el espejo de la realidad.
El discípulo o el Adepto a una metodología espiritual de vida, están al tanto de este procedimiento y sabrán acallar su mente cuando sea necesario, o bien crearán bellas formas de pensamiento que ya vendrían a ser “entidades artificiales” creadas de substancia astral y elemental. Estas “entidades artificiales” son pensamientos que han adquirido “vida” y “semi-conciencia” de acuerdo al grado de impulso psíquico que invertimos en ellos. Por ejemplo: un hombre asustado cree que le visitará un monstruo al otro lado de su ventana a una cierta hora de la madrugada, tendrá tanta fe y depositará tanta energía en aquella imagen que le habrá concebido vida artificial, manifestándose luego, en el lugar y hora exactos. Esa entidad es un “hijo” al que le ha dado subsistencia y ahora, una vez independiente, vendrá a pedir constante sustento para sobrevivir, enviándole señaléticas a la mente inconsciente del creador para que piense de nuevo en él y así entregarle el combustible energético adecuado.
Las entidades artificiales, si no han de ser alimentadas (ya sea por olvido o por fuerza de voluntad del creador) perecerán y volverán a la masa elemental básica. En cambio, si estamos de forma continua atribuyéndoles características o enfocando nuestros pensamientos en ellas, crecerán y adquirirán mucho poder llegando a dominarnos. Muchas de estas entidades logran “desprenderse” para luego vagar errantes por el mundo, vampirizando a quién le sea posible. Muchos de estos seres siguen siendo erróneamente alabados por tribus africanas, exigiendo veneraciones o alabanzas ya que de lo contrario tienen el suficiente vigor para expresar tempestades o desordenes fenoménicos en las aldeas. El abundante ímpetu invertido en arcaicos cultos ha provocado que “ellos” sigan creciendo, encontrando diversas oportunidades para saciar la inagotable sed de vida. Cuando el humano logre conciencia se percatará de esta verdad, hallando parcial explicación de cada uno de los altos y bajos de su vida.
Como hemos podido vislumbrar, la plasticidad de esta esencia es manipulable por la razón y si éstas han de estar enfocadas a fines viles habrá un gran Karma que pagar, retrocediendo así en la escala de evolución. En esto consiste el secreto de la Magia Blanca y de la Magia Negra, además de los otros colores mágicos. Se sabe que antes del Gran Diluvio, la civilización Atlante hizo un uso excesivo y horripilante de estas formas mentales, en la mayoría de los casos, destruyéndose unos con los otros con el afán de supremacía. El diluvio puso drástico final a la Atlántida sepultándola bajo el océano por el descarrilado infortunio que hicieron de sus aptitudes mágicas y espirituales. Sacerdotes blancos atlantes pudieron premeditar el caos de la destrucción y son los que migraron al Antiguo Egipto, llevando consigo sus enseñanzas sobre Ra Eterno.



Haciendo un juicio de valores, hay que decir que no existe nada más horripilante que desear mal a otros. Pero, las personas que son víctimas de estas fuerzas, siendo puras de corazón y de espíritu, devuelven automáticamente todo el mal hacia su creador. Es por ello que muchos Magos Negros han sido “destruidos” y “aniquilados” por las corrientes que ellos mismos convocaron y este curso no está exento del ignorante, pues, se realiza consciente o inconscientemente, queramos o no queramos; cualquier pensamiento vengativo o tortuoso hacia un prójimo en particular, cumple esta ley, sin importar si no lo sabemos. Este es el horrible crimen que todo el tiempo está desenvolviéndose en la humanidad y es por eso que nuestra actual época está en una crisis de dificultades. Manipulamos la esencia elemental con fines viles sin saberlo, aunque el castigo siempre es doble para el Mago que esté consciente de lo que hace, teniendo que pagar un precio muy caro de acuerdo al nivel de potencia ejercido.
Si la víctima del ataque, tiene impurezas en su comportamiento o en su pensar, habrá entonces auto-creado perforaciones en su campo aúrico que facilitarán entrada de las entidades, las que han de cumplir sus fines estando en cierta medida “justificados”. Aunque esto siempre varía, son inclasificables la cantidad de variantes. Aun así, este ejercicio jamás se debe realizar con nadie. Ante nuestros enemigos debemos expresar todo el amor posible, porque el amor es fuente de Sabiduría. Los Arcontes del Destino o los Lipika están al tanto de quién se compromete con un juego de estas características, implantando la Justicia necesaria según cual sea el contexto; ellos son los rectores divinos del comportamiento en la Tierra.
La Magia Blanca, para no os desalentaros, es la utilización positiva de la vasta esencia elemental, pues podemos enviar seres angélicos o moldear entidades preciosas que protejan a la/las personas de nuestro objetivo. Protección, inspiración, amor, belleza, amistad, perseverancia, felicidad, son pocos los conceptos de los que uno puede servirse para el bien. El mago blanco enviará amor a toda existencia orgánica viva, a todo ser que habite el universo, hará uso de sus facultades despiertas y con ello, hará avanzar a la evolución de los elementales.
La situación antes dicha ha creado ciertas rivalidades entre los reinos humano y elemental, siendo causante que ellos nos tengan cierta desconfianza. El proyector Astral siempre se encontrará en sus primeros viajes con esencia agresiva y engañosa. Como bien hemos repasado, la substancia astral es moldeable, cualquier Ser podrá crear una vestidura según su parecer, la del Maestro es el Mayavirupa, con la cual puede transitar invisible. Los espíritus de la Naturaleza nos pueden llegar a mostrar espantosas imágenes como métodos de auto-defensa o burla, son las que vemos entre el sueño y la vigilia, en pesadillas y fenómenos Poltergeist. Sin embargo, muchos son los elementales amorosos que juegan gustosamente con niños o que nos entregan inspiración-consejos-ideas creyendo que somos nosotros mismos; otros tantos protegen hogares si han logrado una cierta relación de cariño con humanos.
Ahora tengo la responsabilidad de aventurar este tratado a la clasificación de los elementales con relación a la especie de materia que habitan. Pero antes de ello, quiero resaltar la diferencia que existe entre elemental y espíritu de la naturaleza, estos últimos son también elementales pero de una escala mucho más evolucionada. Vuelvo a hacer utilización del carácter septenario mencionando la existencia de siete grupos principales, pero ahora nos referiremos a los cuatro grupos inferiores que se manifiestan en la Tierra, Aire, Fuego y Agua, ósea, bajo estados sólidos, gaseosos, etéreos y acuosos, todos provenientes del Akashá que es el primer elemento creado por Brahmá según el hinduismo. Los espíritus de la naturaleza, que a su vez son los edificadores de toda sustancia que nos rodea son, respectivamente: los Gnomos, los Silfos, las Salamandras y las Ondinas.

                
  
 

Con la visión astral podremos observar que en cada piedra o elemento de material sólido se encuentran elementales de la Tierra ahí viviendo y circundándole; así mismo con una posa de agua, habitada de millones de elementales líquidos trabajando para que esta pueda “existir”. Según Leadbeater, a la evolución de los elementales se la ha llamado como “la curva descendente del arco” ya que ellos van por el camino contrario al de la mayoría de las evoluciones, por ejemplo de la nuestra; nosotros nos alejamos del mineral, en cambio la misión de ellos es fundirse en la materia del reino de los minerales.
El secreto de la Magia Elemental está presente en los estudios e iniciación Mas:.. El ceremonial de invocación elemental consiste en llamarles para Iluminar al profano en su camino hacia la Luz y esto es porque, esos mismos elementos que ellos crearon en tiempos remotos, son los que el Alquimista Cósmico ocupará para la evolución del Todo y de Sí Mismo.
Los elementales construyeron todo lo observable: las montañas, los océanos, las nubes, los torbellinos, los ríos, la tierra que pisamos y el fuego que descubrimos. Hay diversas categorías de sub-especies, todas en escala septenaria. Son los “Los Maestros de la Ilusión y la Forma”, suelen ser inocentes, juguetones y traviesos; aunque no todos obviamente. Hay con mucha inteligencia y viceversa, hay otros de gran sabiduría que suelen ser rectores de aldeas o comunidades de espíritus. Los cuatro Devarajanhs son los dioses de los elementos, cuando alguna vez en nuestra pubertad hicimos en un solitario bosque la invocación mágica a los Ángeles de los Cuatro Puntos Cardinales, para nutrirnos de la energía de los cuatro polos terrestres, pues se la hacíamos a ellos. Han sido nombrados en la biblia y en la simbología de todas las religiones.
Es muy importante aclarar que la Iglesia Gnóstica, específicamente las enseñanzas de Samael Aun Weor, - fundador del movimiento neognóstico y autoproclamado iniciador de la Nueva Era y Gran “Avatara” de Acuario - siempre escatimó que las enseñanzas Teosóficas y Rosacrucianas están muy equivocadas en sus aseveraciones. Este movimiento que tiene muchos adeptos a lo largo del mundo y por otro lado, la base de la Gnosis en sí - corriente filosófica-religiosa de los primeros siglos D.C. - aluden a distintas perspectivas sobre los procesos evolutivos de los elementales. Menciona que los más evolucionados de cada reino van ingresando al reino inmediatamente superior, que nosotros fuimos elementales en un pasado y que los de ahora así lo serán en un futuro.
Según Aun Weor, la Esfinge Egipcia es la Esfinge Elemental de la Diosa Naturaleza, que es la suprema maestra de la Magia Elemental y que existe una escuela astral que practica estos conocimientos a la cual, aún en estos días, el discípulo puede acceder si es que los Guardianes o Retejadores del Templo estiman una verdadera pureza de Espíritu. Los masones de la antigüedad eran discípulos de esta secreta escuela de maestría en el Kamaloka. Además, cada uno de nosotros tiene un instructor elemental que creamos cuando nosotros éramos puramente elementales y que él nos ayudará como guía y como Maestro en la Magia práctica. También el instructor o médico Gnóstico nos ayudará a la manipulación medicinal de las plantas, lo cual tiene mucha relación con las practicas Wiccanas y con las “brujas” ancestrales, como las Machis por citar algún ejemplo.
Este polémico autor, mediante su filosofía iniciática de catorce iniciaciones, nueve en Misterios Menores y cinco en Mayores, explica que a medida que se avanza en las mismas, el Iniciado se relaciona con Grandes Deidades Elementales de los elementos y con otros grandes Regentes Cósmicos. Existen gloriosas ofrendas en respuesta a un determinado triunfo, como por ejemplo: el Dios elemental Horus entrega uno de sus brazaletes de Oro al Iniciado y este último adquiere una importante responsabilidad sobre regiones o pueblos enteros.
Aunque ambas filosofías no difieren en muchos aspectos de sus enseñanzas, todo va más por algo ideológico. Nunca olvidar que el estudiante de Ocultismo ve todas las caras de una misma moneda, sin dejarse llevar por el fanatismo, encontrando en la intimidad de cada doctrina un fondo de comunión, la Verdadera Sabiduría no es rechazo hacia otras interpretaciones. 
A modo de conclusión, deseo aventurar que los grandes cambios climáticos que han afectado últimamente al globo, son el fiel reflejo del problema de la humanidad proyectado al mundo elemental, un eco-sistema disparejo y complicado que se vuelve contra nosotros mismos, creando daños catastróficos que una simple palabra no puede ejercer, o un simple gesto o mirada. El Paraíso Absoluto llegará en futuros tiempos y ahí no correremos peligro de ningún tipo, al contrario, todo será inmensa dicha esparcida por la tierra. Muchas mónadas animales desaparecerán y habitarán otros seres que serán fiel exteriorización del carácter divinizado del humano, representaciones de estos ideales vendrían a ser el Unicornio o el Pegaso y otros seres que habitaron en antiguas Eras más espirituales que la actual.







Fraternalmente, Demian Lucano. 

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