Documento 32
La Evolución de los Universos Locales
32:0.1 (357.1) UN
UNIVERSO local es la obra individual de un Hijo Creador de la orden
paradisiaca de los Micaeles. Reúne cien constelaciones, cada una de
ellas compuesta por cien sistemas de mundos habitados. Con el tiempo,
cada sistema contendrá aproximadamente mil esferas habitadas.
32:0.2 (357.2) Estos
universos del tiempo y del espacio son todos evolucionarios. El plan
creador de los Micaeles del Paraíso siempre sigue su curso a través de
un desenvolvimiento gradual y desarrollo progresivo de las esencias y
capacidades físicas, intelectuales y espirituales de las múltiples
criaturas que habitan las variadas órdenes de las esferas, comprendidas
en ese universo local.
32:0.3 (357.3) Urantia
pertenece a un universo local cuyo soberano es el Dios-hombre de
Nebadon, Jesús de Nazaret y Micael de Salvington. Y todos los planes de
Micael para este universo local, los aprobó plenamente la Trinidad del
Paraíso antes de que se embarcara en la suprema aventura del espacio.
32:0.4 (357.4) Los Hijos
de Dios pueden elegir los reinos de sus actividades creadoras, pero los
Arquitectos Paradisiacos del Universo Maestro originalmente proyectan y
planifican estas creaciones materiales.
1. La Aparición Física de los Universos
32:1.1 (357.5) Las
manipulaciones preuniversales de fuerza espacial y las energías
primordiales son obra de los Organizadores de la Fuerza Decanos
Paradisiacos; pero en los dominios del superuniverso, cuando la energía
emergente reacciona ante la gravedad local o lineal, se retiran a favor
de los directores del poder del superuniverso correspondiente.
32:1.2 (357.6) En la
creación de un universo local estos directores del poder funcionan solos
en la fase prematerial y en las fases posteriores a la fuerza. Para un
Hijo Creador no existe ninguna oportunidad de comenzar la organización
del universo hasta que los directores del poder hayan efectuado la
movilización de las energías espaciales suficientemente como para
proveer un cimiento material —soles verdaderos y esferas materiales—
para el universo emergente.
32:1.3 (357.7) Todos los
universos locales son aproximadamente del mismo potencial energético,
aunque se diferencien muchísimo en sus dimensiones físicas y puedan
variar, de vez en cuando, en el contenido de la materia visible. La
carga de poder y la dote de mate-ria potencial de un universo local
están determinadas por las manipulaciones de los directores del poder y
sus predecesores, así como por las actividades del Hijo Creador y por el
don del control inherente físico poseído por su asociada creativa.
32:1.4 (358.1) La carga
de energía de un universo local es aproximadamente de un cienmilésimo de
la carga de fuerza de su superuniverso. En el caso de Nebadon, vuestro
universo local, la materialización de la masa es un poco menor. Hablando
del aspecto físico, Nebadon posee la entera dote física de energía y
materia, que se puede hallar en cualquiera de las creaciones locales de
Orvonton. La única limitación física de la expansión del desarrollo del
universo de Nebadon, consiste en la carga cuantitativa de energía
espacial, sujeta por el control gravitacionario que ejercen los poderes y
personalidades asociados del mecanismo universal combinado.
32:1.5 (358.2) Cuando la
energía-materia ha alcanzado cierta etapa en la materialización de la
masa, aparece en escena un Hijo Creador Paradisiaco, acompañado por una
Hija Creativa del Espíritu Infinito. Simultáneamente con la llegada del
Hijo Creador comienzan las obras para construir la esfera arquitectónica
destinada a ser el mundo sede central del proyectado universo local.
Durante prolongadas eras esa creación local evoluciona, los soles se
estabilizan, los planetas se forman y entran en sus órbitas, mientras
continúa la tarea de creación de los mundos arquitectónicos destinados a
ser sedes centrales de constelaciones y capitales de sistemas.
2. Organizar un Universo
32:2.1 (358.3) Los Hijos
Creadores van precedidos en la organización del universo por los
directores del poder y otros seres originados en la Tercera Fuente y
Centro. A partir de las energías del espacio, previamente organizadas de
esa manera, Micael, vuestro Hijo Creador, estableció los reinos
habitados del universo de Nebadon y desde entonces siempre ha estado
dedicado concienzudamente al gobierno de los mismos. A partir de la
energía preexistente, estos Hijos divinos materializan la materia
visible, proyectan las criaturas vivientes y con la cooperación de la
presencia universal del Espíritu Infinito, crean un variado séquito de
personalidades espirituales.
32:2.2 (358.4) Estos
directores del poder y controladores de la energía, que en la tarea
física preliminar de la organización del universo precedieron con mucha
antelación al Hijo Creador, posteriormente sirven en magnífico enlace
con este Hijo del Universo, compartiendo para siempre el control de
aquellas energías que organizaron e incorporaron en los circuitos. En
Salvington todavía están funcionando los mismos cien centros del poder
que cooperaron con vuestro Hijo Creador en la formación original de este
universo local.
32:2.3 (358.5) La primera
acción completa de creación física en Nebadon consistió en la
organización del mundo sede central, la esfera arquitectónica de
Salvington, con sus satélites. Desde el momento de las acciones
iniciales de los centros del poder y los controladores físicos hasta la
llegada del personal vivo a las esferas completadas de Salvington,
mediaron un poco más de mil millones de años de vuestro tiempo actual
planetario. Después de la construcción de Salvington, inmediatamente
siguió la creación de cien mundos sede central de las proyectadas
constelaciones y de diez mil esferas sede central de los proyectados
sistemas locales de control y administración planetaria, conjuntamente
con sus satélites arquitectónicos. Tales mundos arquitectónicos son
diseñados para dar cabida tanto a las personalidades físicas y
espirituales como también a la morontia mediadora, o estados de
transición de la existencia.
32:2.4 (359.1)
Salvington, la sede central de Nebadon, está situada en el centro exacto
de la masa-energía del universo local. Pero vuestro universo local no
es un único sistema astronómico, pues existe un sistema de gran tamaño
en su centro físico.
32:2.5 (359.2) Salvington
es la sede personal de Micael de Nebadon, pero no siempre se le
encuentra allí. Aunque ahora el funcionamiento armonioso de vuestro
universo local no requiera la presencia permanente del Hijo Creador en
la esfera capital, esto no fue así en las primeras épocas de la
organización física. Un Hijo Creador no puede salir de su mundo sede
central hasta el momento en que se haya estabilizado la gravedad del
reino mediante una materialización de energía suficiente como para
permitir que los distintos circuitos y sistemas se equilibren entre sí a
través de la atracción material mutua.
32:2.6 (359.3)
Finalmente, se completa el plan físico de un universo, y el Hijo
Creador, junto con el Espíritu Creativo, proyecta su plan de creación de
la vida; después de lo cual esta representación del Espíritu Infinito
comienza su función universal como personalidad creadora distinta.
Cuando se concibe y ejecuta esta primera acción creadora, surge a la
existencia la Brillante Estrella Matutina, la personificación de este
concepto creativo inicial de identidad e ideal de divinidad. Se trata
del jefe ejecutivo del universo, el asociado personal del Hijo Creador,
al que se le asemeja en todos los aspectos del carácter, aunque esté
notablemente limitado en los atributos de divinidad.
32:2.7 (359.4) Y con la
aparición de la mano derecha y jefe ejecutivo del Hijo Creador comienza
la llegada a la existencia de un vasto y maravilloso conjunto de
criaturas diversas. Llegan los hijos e hijas del universo local, y poco
después se provee gobierno para esa creación, desde los concilios
supremos del universo hasta los padres de las constelaciones y los
soberanos de los sistemas locales; la suma de esos mundos que están
destinados a convertirse posteriormente en el ambiente natural de las
variadas razas mortales de las criaturas volitivas; y cada uno de esos
mundos será presidido por un Príncipe Planetario.
32:2.8 (359.5) Y luego,
cuando tal universo ha sido tan completamente organizado y plenamente
tripulado, el Hijo Creador entra en la propuesta del Padre para crear al
hombre mortal a su imagen divina.
32:2.9 (359.6) En Nebadon
la organización de las residencias planetarias sigue su curso. Este
universo es en realidad un grupo joven entre los reinos estelares y
planetarios de Orvonton. Según el último registro había 3.840.101
planetas habitados en Nebadon; y Satania, que es el sistema local de
vuestro mundo, es relativamente típico respecto a otros sistemas.
32:2.10 (359.7) Satania
no es un sistema físico uniforme, una unidad u organización astronómica
única. Sus 619 mundos habitados están ubicados en más de quinientos
sistemas físicos diferentes. Sólo cinco tienen más de dos mundos
habitados, y de ellos solamente uno tiene cuatro planetas habitados,
mientras que hay cuarenta y seis con dos mundos habitados.
32:2.11 (359.8) El
sistema Satania de mundos habitados está considerablemente alejado de
Uversa y de ese gran grupo de soles que funciona como centro físico o
astronómico del séptimo superuniverso. Desde Jerusem, la sede central de
Satania, hay más de doscientos mil años luz hasta el centro físico del
superuniverso de Orvonton, lejos, muy lejos en el denso diámetro de la
Vía Láctea. Satania está en la periferia del universo local, y Nebadon
está ahora bien afuera, hacia los límites de Orvonton. Desde el sistema
más alejado de mundos habitados hasta el centro del superuniverso hay un
poco menos de doscientos cincuenta mil años luz.
32:2.12 (360.1) El
universo de Nebadon ahora se desplaza considerablemente hacia el sur y
al este en el circuito del superuniverso de Orvonton. Los universos más
cercanos son: Avalón, Henselón, Sanselón, Portalón, Wolvering, Fanoving y
Alvoring.
32:2.13 (360.2) Pero la
evolución de un universo local es una historia larga. Los documentos que
tratan sobre el superuniverso presentan el tema. Lo continúan aquellos
documentos de esta sección referidos a las creaciones locales. Completan
las narraciones los que siguen, tocando el tema de la historia y el
destino de Urantia. Pero vosotros podéis concebir adecuadamente el
destino de los mortales de una creación local como ésta, únicamente con
una cuidadosa lectura de las narraciones de la vida y enseñanzas de
vuestro Hijo Creador cuando vivió la vida del hombre, en semejanza de la
carne mortal, en vuestro propio mundo evolucionario.
3. La Idea Evolucionaria
32:3.1 (360.3) La única
creación que está perfectamente establecida es Havona, el universo
central, que fue hecha directamente por el pensamiento del Padre
Universal y la palabra del Hijo Eterno. Havona es un universo
existencial, perfecto y pletórico que rodea el hogar de las Deidades
eternas, el centro de todas las cosas. Las creaciones de los siete
superuniversos son finitas, evolucionarias y uniformemente progresivas.
32:3.2 (360.4) Los
sistemas físicos del tiempo y del espacio son todos evolucionarios en
origen. No están aún estabilizados físicamente hasta que sean impulsados
hacia los circuitos establecidos de sus superuniversos. Tampoco se
establece un universo local en luz y vida hasta que sus posibilidades
físicas de expansión y desarrollo hayan sido agotadas, y hasta que el
estado espiritual de todos sus mundos habitados haya sido establecido y
estabilizado para siempre.
32:3.3 (360.5) Con
excepción del universo central, la perfección es un logro progresivo. En
la creación central tenemos un modelo original de perfección, pero
todos los otros reinos deben alcanzar esa perfección con los métodos
establecidos para el progreso de esos particulares mundos o universos. Y
una variedad casi infinita caracteriza los planes de los Hijos
Creadores en lo que respecta a la organización, la evolución, la
disciplinación y el establecimiento de sus respectivos universos
locales.
32:3.4 (360.6) A la
excepción de la presencia de la Deidad del Padre, cada universo local
es, en cierto sentido, una copia de la organización administrativa de la
creación central, o modelo original. Aunque el Padre Universal está
personalmente presente en el universo residencial, no reside en la mente
de los seres originados en ese universo del modo en que literalmente
habita en el alma de los mortales del tiempo y del espacio. Pareciera
haber allí una sabia compensación en todo sentido en el ajuste y
regulación de los asuntos espirituales de la vasta creación. En el
universo central el Padre está personalmente presente como tal, pero
está ausente de la mente de los hijos de esa creación perfecta. En los
universos del espacio el Padre está ausente en persona, estando
representado por sus Hijos Soberanos, pero está íntimamente presente en
la mente de sus hijos mortales, estando espiritualmente representado por
la presencia prepersonal de los Monitores Misteriosos que residen en la
mente de estas criaturas volitivas.
32:3.5 (360.7) A
excepción de la presencia personal del Padre Universal, en la sede de un
universo local residen todas aquellas personalidades creadoras y
creativas que representan la autoridad independiente y la autonomía
administrativa. En el universo local se encuentra algo de cada uno y
alguno de casi cada clase de los seres inteligentes que existen en el
universo central, a excepción del Padre Universal. Aunque el Padre
Universal no está personalmente presente en un universo local, está
personalmente representado por su Hijo Creador, primero vicegerente de
Dios, y posteriormente, gobernante supremo y soberano por derecho
propio.
32:3.6 (361.1) Cuanto más
descendemos en la escala de la vida, más difícil se hace ubicar, con el
ojo de la fe, al Padre invisible. Las criaturas más bajas —y a veces
aun las personalidades más altas— encuentran siempre difícil visualizar
al Padre Universal en sus Hijos Creadores. Así pues, hasta el momento de
su exaltación espiritual, cuando la perfección del desarrollo les
permita ver a Dios en persona, se cansan en el camino del progreso,
contemplan dudas espirituales, tropiezan con la confusión, y en
consecuencia se aíslan de las metas progresivas espirituales de su
tiempo y universo. De esta manera pierden la capacidad de ver al Padre
al contemplar al Hijo Creador. Durante la larga lucha para alcanzar al
Padre, la más segura salvaguarda para la criatura, en el período en que
las condiciones inherentes hacen imposible tal logro, es aferrarse
tenazmente al hecho-verdad de la presencia del Padre en sus Hijos.
Literal y figurativamente, espiritual y personalmente, el Padre y los
Hijos son uno solo. Es un hecho: el que ha visto a un Hijo Creador, ha
visto al Padre.
32:3.7 (361.2) Las
personalidades de un universo determinado están establecidas y son
confiables, al principio, solamente de acuerdo con su grado de
parentesco con la Deidad. Cuando el origen de la criatura está
suficientemente lejos de las Fuentes originales y divinas ya sea que nos
refiramos a los Hijos de Dios o a las criaturas del ministerio
perteneciente al Espíritu Infinito aumentan las posibilidades de
disonancia, confusión y a veces rebelión —o sea de pecado.
32:3.8 (361.3)
Exceptuando a los seres perfectos que tuvieron origen en la Deidad,
todas las criaturas volitivas en los superuniversos son de naturaleza
evolucionaria, comenzando en un estado inferior y elevándose siempre
hacia lo superior, aunque en realidad, es hacia adentro. Aun las
personalidades altamente espirituales continúan ascendiendo en la escala
de la vida mediante traslaciones progresivas de vida en vida y de
esfera a esfera. Y en el caso de aquellos que hospedan a los Monitores
Misteriosos no hay, de hecho, límite alguno en cuanto a las alturas a
las que pueden llegar en su ascenso espiritual y su logro universal.
32:3.9 (361.4) La
perfección de las criaturas del tiempo, cuando ésta queda al fin
alcanzada, es completamente una adquisición, una genuina posesión de la
personalidad. Aunque se agreguen generosamente los elementos de gracia,
no obstante, los logros de la criatura son el resultado del esfuerzo
individual, las vivencias verdaderas y la reacción de la personalidad al
medio ambiente existente.
32:3.10 (361.5) El hecho
del origen evolucionario animal no implica un estigma para ninguna
personalidad a los ojos del universo, puesto que ése es el método
exclusivo de producir uno de los dos tipos básicos de criaturas finitas
inteligentes volitivas. Cuando se alcanzan las cimas de la perfección y
la eternidad, hay mucho más motivo de orgullo en el caso de aquellos que
comenzaron desde abajo y alegremente ascendieron en la escala de la
vida, peldaño tras peldaño y que, cuando así llegan a las alturas
gloriosas, habrán obtenido una experiencia personal que encierra un
conocimiento real de cada fase de la vida desde abajo hacia arriba.
32:3.11 (361.6) En todo
esto se ve la sabiduría de los Creadores. Sería igualmente fácil para el
Padre Universal hacer de todos los mortales seres perfectos, impartir
perfección con su palabra divina. Pero eso los privaría de la
maravillosa experiencia de la aventura y capacitación asociadas con el
prolongado y gradual ascenso hacia el interior, una experiencia
reservada tan sólo para aquellos que tienen la buena fortuna de comenzar
en lo más bajo de la existencia viviente.
32:3.12 (362.1) En los
universos que rodean a Havona, se ha provisto sólo un número suficiente
de criaturas perfectas para satisfacer la necesidad de guías
instructores modelos para aquellos que están ascendiendo en la escala
evolucionaria de la vida. La naturaleza experiencial de la personalidad
de tipo evolucionario es el complemento cósmico natural de la naturaleza
perfecta de las criaturas del Paraíso-Havona. En realidad, tanto las
criaturas perfectas como las perfeccionadas son incompletas en relación a
la totalidad finita. Pero en la asociación complementaria de las
criaturas existencialmente perfectas del sistema del Paraíso-Havona con
los finalistas experiencialmente perfeccionados que ascienden desde los
universos evolucionarios, ambos tipos hallan liberación de sus
limitaciones inherentes y en consecuencia pueden conjuntamente intentar
alcanzar las sublimes alturas de lo último del estado de la criatura.
32:3.13 (362.2) Estas
transacciones de las criaturas son las repercusiones en el universo de
acciones y reacciones dentro de la Deidad Séptuple, en la cual la
divinidad eterna de la Trinidad del Paraíso se une a la divinidad
evolutiva de los Creadores Supremos de los universos espacio-temporales
en la Deidad realizadora del poder del Ser Supremo, en ella y a través
de ella.
32:3.14 (362.3) La
criatura divinamente perfecta y la criatura evolucionariamente
perfeccionada son iguales en grados de potencial de divinidad, pero
difieren en el tipo. Cada una tiene que depender de la otra para obtener
la supremacía de servicio. Los superuniversos evolucionarios dependen
del perfecto Havona que proporcione la capacitación final de sus
ciudadanos ascendentes, pero de la misma manera el universo central
perfecto necesita de la existencia de los superuniversos, que siguen
perfeccionarse, para proporcionar el desarrollo pleno de sus habitantes
descendentes.
32:3.15 (362.4) Las dos
manifestaciones principales de la realidad finita, perfección innata y
perfección evolucionada, ya se trate de personalidades o de universos,
son coordinadas, dependientes e integradas. Cada una necesita que la
otra logre el cumplimiento de sus funciones, su servicio y su destino.
4. La Relación de Dios con un Universo Local
32:4.1 (362.5) No
abrigues la idea de que, debido a que el Padre Universal ha delegado
tanto de sí mismo y de su poder a otros, es un miembro tácito o inactivo
de la asociación de las Deidades. Aparte de los dominios de la
personalidad y del otorgamiento de los Ajustadores, aparentemente es el
menos activo entre las Deidades Paradisiacas ya que permite a los que
son sus iguales en Deidad, sus Hijos, y a muchas inteligencias creadas,
funcionar tan considerablemente en la realización de su propósito
eterno. Es el miembro silencioso del trío creativo solamente en el
sentido de que nunca hace nada de lo que pueda hacer cualquiera de sus
asociados coordinados o subordinados.
32:4.2 (362.6) Dios posee
comprensión plena de las necesidades de cada criatura inteligente para
funcionar y experimentar, y por lo tanto, en cada situación, ya se trate
del destino de un universo o del bienestar de la más humilde de sus
criaturas, Dios se retira de la actividad para dar lugar a la galaxia de
personalidades de criaturas y Creadores quienes, inherentemente,
intervienen entre él y cualquier situación dada del universo o cualquier
suceso creativo. Pero a pesar de este retiro, esta exhibición de
coordinación infinita, hay de parte de Dios, una participación real,
literal y personal en estos eventos, por estas agencias y personalidades
prescritas y a través de ellas. El Padre está trabajando en todos estos
canales y a través de ellos por el bienestar de toda su vasta creación.
32:4.3 (363.1) Con
respecto a las normas, conducta y gobierno de un universo local, el
Padre Universal actúa en la persona de su Hijo Creador. El Padre
Universal nunca interviene cuando se trata de las siguientes relaciones:
en las interrelaciones de los Hijos de Dios, en las asociaciones de
grupo de las personalidades originadas en la Tercera Fuente y Centro, o
en las relaciones entre cualesquiera otras criaturas tales como los
seres humanos. Siempre prevalecen la ley del Hijo Creador, los preceptos
de los Padres de las Constelaciones, de los Soberanos de los Sistemas y
de los Príncipes Planetarios, es decir las normas y procedimientos
prescritos de tal universo. No hay divisiones de autoridad, nunca hay
interferencias en las funciones del poder y el propósito divino. Las
Deidades actúan en perfecta y eterna unanimidad.
32:4.4 (363.2) El
gobierno del Hijo Creador es supremo en todos los asuntos de
asociaciones éticas y en las relaciones de cualquier división de
criaturas con cualquiera otra clase de criaturas o entre dos o más
individuos dentro de cualquier grupo, pero ese plan no significa que el
Padre Universal no pueda a su propia manera intervenir y hacer toda cosa
que satisfaga a la mente divina, con cualquier criatura individual
en cualquier parte de la creación, en cuanto atañe al estado presente
de ese individuo o sus futuras probabilidades y en relación con el
infinito propósito y el plan eterno del Padre.
32:4.5 (363.3) En las
criaturas mortales volitivas el Padre está realmente presente en el
Ajustador residente, un fragmento de su espíritu prepersonal. El Padre
también es la fuente de la personalidad de tales criaturas mortales
volitivas.
32:4.6 (363.4) Estos
Ajustadores del Pensamiento, donados por el Padre Universal, se hallan
comparativamente aislados. Habitan las mentes humanas pero no tienen
conexiones perceptibles con los asuntos éticos de una creación local. No
están coordinados directamente con el servicio seráfico ni con la
administración de sistemas, constelaciones, o universos locales, ni
siquiera con el gobierno del Hijo Creador, cuya voluntad es la ley
suprema de su universo.
32:4.7 (363.5) Los
Ajustadores residentes conforman uno de los separados, aunque
unificados, modos de contacto de Dios con las criaturas de su creación
casi infinita. Así pues, él, que es invisible para el hombre mortal,
manifiesta su presencia, y si pudiese hacerlo, se nos revelaría de otras
maneras, pero esa revelación adicional no es divinamente posible.
32:4.8 (363.6) Podemos
ver y entender el mecanismo por el cual los Hijos disfrutan de un
conocimiento íntimo y completo respecto de los universos de su
jurisdicción. Pero no podemos entender completamente los métodos por los
cuales Dios está familiarizado tan completa y personalmente con los
detalles del universo de los universos, aunque podamos por lo menos
entender la avenida por la cual el Padre Universal puede recibir
información referente a los seres de su inmensa creación, y también
manifestarles su presencia. A través del circuito de personalidad el
Padre está informado —tiene conocimiento personal— de todos los
pensamientos y actos de todos los seres en todos los sistemas de todos
los universos de toda la creación. Aunque no podemos comprender
plenamente esta técnica de comunión de Dios con sus hijos, podemos
fortalecernos en la seguridad de que «el Señor conoce a sus hijos», y
que «él toma nota de dónde hemos nacido» cada uno de nosotros.
32:4.9 (363.7) Hablando
espiritualmente, el Padre Universal está presente en vuestro universo y
en vuestro corazón, a través de uno de los Siete Espíritus Rectores de
la morada central, y específicamente, por el Ajustador divino que vive y
trabaja y aguarda en las profundidades de la mente mortal.
32:4.10 (363.8) Dios no
es una personalidad egocéntrica. El Padre se distribuye generosamente a
su creación y a sus criaturas. Él vive y actúa no sólo en las Deidades,
sino también en sus Hijos, a quienes encomienda hacer todo lo que es
divinamente posible que ellos lo hagan. El Padre Universal
verdaderamente se ha despojado a sí mismo de cualquiera función que
pueda ser realizada por cualquier otro ser. Y esto es tan verdadero en
relación al hombre mortal como al Hijo Creador que gobierna en lugar de
Dios en la sede de un universo local. Así contemplamos los efectos del
amor ideal e infinito del Padre Universal.
32:4.11 (364.1) En esta
donación universal de sí mismo tenemos abundantes pruebas tanto de la
magnitud como de la magnanimidad de la esencia divina del Padre. Si Dios
ha retenido alguna cosa de sí mismo de la creación universal, entonces
de ese residuo generosamente concede los Ajustadores del Pensamiento a
los mortales de los reinos, los Monitores Misteriosos del tiempo que tan
pacientemente moran en los candidatos mortales por la vida eterna.
32:4.12 (364.2) El Padre
Universal se ha esparcido de sí mismo, por decirlo así, para enriquecer
a la entera creación en posesión de personalidad y potencial para el
logro del estado espiritual. Dios nos ha dado de sí mismo para que
nosotros podamos ser como él, y se ha reservado de su poder y gloria tan
sólo lo necesario para el mantenimiento de aquellas cosas por cuyo amor
se ha desposeído a sí mismo de todo lo demás.
5. El Propósito Eterno y Divino
32:5.1 (364.3) Existe un
gran y glorioso propósito en la marcha de los universos a través del
espacio. Todas vuestras luchas mortales no son en vano. Todos nosotros
somos parte de un plan inmenso, una empresa gigantesca, y es la vastedad
de esa empresa la que convierte en imposible poder ver mucho de ello en
un determinado tiempo y durante una vida cualquiera. Todos formamos
parte de un proyecto eterno que los Dioses están supervisando y
efectuando. Majestuosamente la totalidad del mecanismo universal sigue
su marcha a través del espacio al compás de la música del pensamiento
infinito y el propósito eterno de la Primera Gran Fuente y Centro.
32:5.2 (364.4) El
propósito eterno del Dios eterno es un ideal altamente espiritual. Los
acontecimientos del tiempo y las luchas de la existencia material no son
otra cosa que el andamio transitorio que tiende un puente hacia el otro
lado, hacia la tierra prometida de la realidad espiritual y la
existencia celestial. Por supuesto que, vosotros mortales halláis
difícil de captar la idea de un propósito eterno; vosotros sois
virtualmente incapaces de comprender el pensamiento de la eternidad,
algo que no tiene ni comienzo ni fin. Todo lo que os resulta familiar
tiene un final.
32:5.3 (364.5) Con
respecto a una vida individual, la duración de un reino, o la cronología
de cualquier serie interconectada de acontecimientos, parecería que
abarcamos un tramo de tiempo aislado; todo parecería tener un comienzo y
un fin. Y pareciera que una serie de tales experiencias, vidas, edades,
o épocas, enlazadas en forma sucesiva, constituyeran un camino directo,
un acontecimiento aislado en el tiempo que centellea momentáneamente a
través de la infinita cara de la eternidad. Pero cuando observamos todo
esto desde las bambalinas, surge una visión más plena y un entendimiento
más completo que sugieren que tal explicación es inadecuada,
desconectada, y completamente inapropiada para adecuadamente explicar y
de otra manera correlacionar las transacciones temporales con los
propósitos subyacentes y las reacciones básicas de la eternidad.
32:5.4 (364.6) A mí me
parece más adecuado, para el propósito de dar una explicación a la mente
de los mortales, concebir la eternidad como un ciclo y el propósito
eterno como un círculo interminable, un ciclo de eternidad de alguna
manera sincronizado con los ciclos materiales transitorios del tiempo.
En cuanto a los sectores de tiempo que están conectados con el ciclo de
la eternidad y forman parte del mismo, nos vemos obligados a reconocer
que tales épocas temporarias nacen, viven y mueren precisamente como
nacen, viven y mueren los seres temporales. La mayoría de los seres
humanos muere porque, habiendo fracasado en alcanzar el nivel espiritual
de la fusión con el Ajustador, la metamorfosis de la muerte constituye
el único procedimiento posible a través del cual pueden escapar de las
cadenas del tiempo y de las ataduras de la creación material, pudiendo
así marchar al ritmo espiritual de la procesión progresiva de la
eternidad. Habiendo sobrevivido a la prueba de la vida temporal y
existencia material, pasa a ser posible para vosotros continuar en
contacto con la eternidad, aún ser parte de ella, orbitando para siempre
con los mundos del espacio alrededor del círculo de las edades eternas.
32:5.5 (365.1) Los
sectores del tiempo son como los destellos de la personalidad en su
forma temporal. Aparecen por una temporada, y luego se pierden a la
vista del ser humano, sólo para reaparecer como nuevos actores y
factores continuos en la vida más elevada del interminable girar
alrededor del círculo eterno. No se puede concebir a la eternidad como
una línea recta en vista de nuestra creencia en un universo delimitado
que se desplaza en un vasto y alargado círculo alrededor de la
residencia central del Padre Universal.
32:5.6 (365.2)
Francamente, la eternidad es incomprensible para la mente temporal
finita. Simplemente, vosotros no la podéis entender; no podéis
comprenderla. Yo no la visualizo completamente, y aun si la visualizara,
sería imposible para mí hacer converger mi concepto a la mente humana.
No obstante, he intentado lo máximo que está a mi alcance para describir
algo de nuestro punto de vista, y deciros sobre nuestra interpretación
de las cosas eternas. Intento ayudaros a cristalizar vuestros
pensamientos acerca de estos valores que son de esencia infinita y
significado eterno.
32:5.7 (365.3) Hay en la
mente de Dios un plan que involucra a cada criatura de todos sus vastos
dominios, y este plan consiste en un propósito eterno de oportunidades
ilimitadas, progreso sin límites, y una vida sin fin. ¡Y los tesoros
infinitos de esa carrera tan inigualable son vuestros con solo luchar!
32:5.8 (365.4) ¡El
objetivo de la eternidad os aguarda! ¡La aventura del logro de la
divinidad se encuentra frente a vosotros! ¡La carrera por la perfección
está en marcha! Quienquiera lo desee puede correr, y la victoria certera
coronará los esfuerzos de cada ser humano que participe en la carrera
de la fe y la esperanza, dependiendo a cada paso de la dirección del
Ajustador residente y de la guía de ese buen espíritu del Hijo del
Universo, que generosamente ha sido derramado sobre toda la carne.
32:5.9 (365.5)
[Presentado por un Mensajero Poderoso temporalmente asignado al Concilio
Supremo de Nebadon y encargado de esta misión por Gabriel de
Salvington.]
El Libro de Urantia
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