A modo introductorio, deseo acotar que penetrar y describir la eternidad-misterio del origen y destino de todo lo que se denomina real, no es fácil, debido a que son aspectos de una realidad-infinita, la cual es imposible de vislumbrar por nuestro potencial conceptual subinfinito. Somos como granos de arena intentando describir el origen de la playa a la que pertenecemos, siendo su fisonomía discernida sólo por un bañista que la visita, comprendiendo en el acto, la diferencia que existe entre este último con un pequeño grano arenoso que habita en su andar. Incluso, altas inteligencias universales poseen sólo conocimientos parciales o relativos sobre el asunto en cuestión. Aún así podemos realizar un bosquejo que abarque parte de lo experiencial-humano y lo revelado por seres iluminados.
Más allá de todo lo observable con los aspectos sensoriales físicos, más allá de todo lo que la mente nos indica como supuestos verdaderos, más allá de lo que creemos como un final en todos los ordenes posibles, existe una Realidad Trascendente e Infinita que está fuera del tiempo, del espacio y de cualquier tipo de medición científica humana. Esta realidad ha existido desde el comienzo de los tiempos y permanecerá hasta el fin de ellos, sin poder determinar, propiamente tal, su "comienzo", ni el advenimiento de un eventual "final".
Al conocimiento de esta génesis- que es la única Realidad - se le denomina con el apelativo de Sustancia y es a la que la religión aspira en la verdadera acepción del concepto. Básicamente, la religión, busca la conexión y la armonía del individuo con esta Suprema Verdad. Esta Unidad Absoluta ha sido estudiada bajo múltiples senderos o diversas interpretaciones que varían, en la mayoría de los casos, según la cultura y las épocas. Aunque aparentemente existan diferencias, todas las religiones poseen al unísono el mismo objetivo en común, que se caracteriza por alcanzar una relación de correspondencia y fusión con dicha maravillosa Entidad. La unión se consigue "vibrando" en ella y en el continuo desplazamiento de consciencia hacia el núcleo de su esencia; acción que se consigue gracias a la correcta y progresiva mimetización. Llámesele Tradición (o lo que es Tradicional), a esta unión indisoluble de carácter Sagrado y que es susceptible de ser transmitida.
Precisaremos a continuación, algunas características que nos permitan esquivar los obstáculos y los oscuros laberintos para la idónea aproximación a la luz solar, como bien lo representa el antiguo mito de la caverna de Platón.
La Realidad Universal e Infinita que abarca al Kosmos en su totalidad - pues éste habita dentro de la misma - le denominaremos desde ahora con el apelativo de el TODO, el cual es omnisciente, omnipresente y omnipotente. El TODO se auto-sostiene, permaneciendo inmóvil e inalterable. Su constitución es eterna, por lo tanto, no posee un instante de nacimiento ni uno de expiración; ni un punto de partida ni un punto final, siempre ha existido y siempre existirá, su tránsito es indeterminable.
El TODO todo lo contiene, nada existe fuera de Él, ya que Él es la Causa Primera de la que emanan multitudes de millones de efectos interminables. Es el Gran dador de Vida, de Él todo se expande e irradia, de su infinita consciencia todo se crea, todo toma forma y volumen. Es a su vez, incognoscible, esto significa que no puede ser descifrado y por más que se intente, no se podrá; sólo Él sabe realmente quién es. Otro de sus importantes atributos, es el poder de la ubicuidad, esto significa que todo lo sabe y que todo lo ve debido a que su presencia está en todos los sitios a la vez. No hay lugar en el que Él no esté ya que Él es todos los lugares, por ende, posee la nítida visibilidad del movimiento de cada uno de los átomos y moléculas que conforman el Universo al mismo tiempo. Mantiene, preserva o destruye según la Sabiduría de su Voluntad.
Todo cuanto existe ante nuestros ojos terrenos, son sub-realidades finitas que el TODO ha creado para sus hijos, la función de tales constantes pruebas es la de auto-perfeccionarnos en el sendero de la evolución espiritual y en el denominado "Camino de Retorno".
Al TODO se le han otorgado muchos nombres, uno de ellos es el de Dios.
Era necesario nombrar el acápite del Todo para poder derivar, en justa medida, al tema que tratamos en el título de la entrada, pues ésta se habría dilucidado incompleta o con falta de información necesaria. Procederemos entonces.
El Universo maestro - tan grandioso y titánico según hemos podido vislumbrar gracias a los métodos científicos conocidos como astronomía y astrofísica - no es más que una creación mental en la mente del TODO, la cual permanece sostenida a modo de meditación. Dios en un interminable proceso de respiración meditativa, ha inhalado y ha exhalado, una y otra vez, la proyección (o las proyecciones) de su creación. Etapas que, luego de cumplir ciertos ciclos evolutivos divinos - basados en la elevación o ascensión culmine de la Consciencia Universal a la Realidad Trascendental - terminan inhalándose para ser retenidas e incorporadas. En el siguiente proceso de exhalación nace un nuevo Orden Cósmico que se propaga teniendo la misma misión: la futura fusión global de sus pertenecientes con la divinidad. Este procedimiento en eones de tiempo, es sin duda, incalculable.
Basta acotar que muchos de los resplandores lumínicos que observamos a través del telescopio o a simple vista en la oscuridad de la noche, son la luz de la irradiación de constelaciones que ya no existen, debido a que han vivido fases de "auto-destrucción" o de "auto-transformación". Procesos que no suelen ser de hace poco tiempo, si no que en la mayoría de los casos, datan de hace miles de millones de aøos. Las ancestrales luces que emanaban aún viajan a través del Espacio exterior y son las que podemos observar como simples estrellas del firmamento.
La meditación personal y el control del aparato respiratorio, es uno de los legados u herencias que compartimos con nuestro Padre-Madre y que debemos practicar para la asimilación magnética de nuestro interior con lo exterior. El concepto de Padre-Madre recién nombrado, hace alusión de la siguiente manera: Dios Padre es el principio masculino y la madre Universal vendría a ser la Naturaleza como principio femenino, de cuya matriz todas las cosas nacen. El principio de paternidad incide y manifiesta su voluntad sobre el principio femenino y nace de tal manera, la obra mental Universal y todos los procesos evolutivos que en ella han de acontecer. Aquí hacemos mención del Principio de Generación que tocaremos en otra entrada. Claramente no debemos discernir que la Naturaleza es una fuerza que existe fuera o por sí sola aparte del TODO, pues estaríamos equivocados, ya que también es una creación de El mismo. Que hermosa es la creación, que bellísima es su composición. Cuando observamos los ocasos, los paisajes, los animales y otros tantos vestigios de la Naturaleza, solemos conmovernos y emocionarnos como niøos en el regazo de sus padres, analogía que no está muy lejana de lo verídico... Es pertinente mencionar que la experiencia con Dios es de índole personal, es un nexo de confidencialidad o vínculo íntimo que jamás será igual a la relación de otro hijo con El.
Continuaremos ahora con un importante aspecto que ataøe este capítulo, el cual hace referencia a nuestra misión personal. Trataremos lo siguiente desde una perspectiva resumida y genérica para no ahondar profundamente en temáticas que hemos de tener destinadas a otras entradas.
A todos los espíritus nos crean como dioses, somos seres perfectos emanados de su Voluntad pero a nivel infinitesimal, así como gotas de agua del gran Océano que es Dios. Nosotros como partículas emergidas de la perfección, no dejamos de serlo también, pero para alcanzar una auténtica consciencia de lo que significa "perfección", debemos pasar por innumerables pruebas en las que sometemos a examen todas nuestras facultades latentes de dioses. El Universo es una escuela de dioses. Es por ello que cada espíritu debe bajar a la Gran Proyección con el propósito de cumplir un sin fin de vidas, diversas encarnaciones y otras tantas funciones según sea necesario. Esto permite al espíritu auto-reconocerse y auto-perfeccionarse para trascender la proyección y encaminarse al "costado" de nuestro sublime creador. La meta es acercarse más y más a El para ser "absorbidos" por su inmensidad.
Cuando es la hora de bajar a ser parte de la proyección, deben 'dormirnos'; pues no tendría gracia alguna que nos bajasen y que re-naciésemos despiertos a nuestra condición de dioses, ya que nos elevaríamos de inmediato o simplemente no podríamos encarnar en un cuerpo con groseras características físicas. No duraríamos ni un día con nuestro inmanente estado de consciencia superior en planetas de pesada densidad energética, viviendo pruebas que en nuestra esencia de nada servirían. Se debe merecer el palpitar al margen del TODO gracias al fruto del prolongado esfuerzo. Una escuela es la mejor representación alegórica, ya que esta posee diversos cursos, como por ejemplo: primero básico, segundo básico, tercero básico, etcétera. Después de la escuela, se debe pasar por la universidad y así ser un profesional de uno mismo, poseedor de cuantiosos conocimientos paradisiacos a los adquiridos en los primeros cursos del colegio.
Es por ello que el 'despertar' es tan importante, pueden pasar miles de vidas sin que el espíritu encarnado o des-encarnado logre consciencia de quién realmente es, adonde realmente pertenece y cual es el recorrido a seguir. La escuela es tan difícil y tortuosa, pero debe vivirse sí o sí. Es parte del fin y de la misión de nuestra sola existencia.
Nos dormiremos y despertaremos una y otra vez hasta que llegue el momento en que los ojos permanezcan abiertos de forma permanente. No hay que romper el enlace con lo Verdadero ni con el estricto control de nosotros mismos. Lo Mayávico está creado para distraernos y probar nuestra fuerza de voluntad. Nuestras capacidades deben entrenarse constantemente o si no el sueño del Maya nos volverá a sumir dentro de su aparente supremacía.
Los espíritus que ya no necesitan encarnar en planos físicos, deben seguir remontándose en diferentes escalas u octavas de energía, es decir, en múltiples planos superiores; en donde "encarnar" en "carne" o materia densificada ya no es necesario. Existe otro tipo de "encarnación" que vendría a ser más bien la ascensión en diversos planos de luz, etéricos o sutiles que se elevan en escala infinita.
Cada uno de estos planos tienen otras funciones sumamente maravillosas e impresionantes, como por ejemplo, el cargo de espíritu grupo o espíritu planetario, dirección de un planeta o de una órbita planetaria, conducción de Rayos cromáticos, consejeros Universales, huestes angélicas, etcétera. Ahora el tema es trabajar para el TODO, ya sea en la administración, regulación y conducción adecuada del Universo. Existen "gobiernos", ciudades y capitales galácticas. Existe un supremo Consejo que vela por el correcto funcionamiento de todas las administraciones. Es pertinente mencionar, que todos estos grandes espíritus, poseen ya una mentalidad de orden infinito y no por ello dejan de seguir ascendiendo, pues continúan en escalas de elevación y metamorfosis a parajes que nosotros no podemos aún comprender. Existen las más bellas y múltiples encarnaciones, como por ejemplo, ser un cuerpo celeste o el Sol de una galaxia. Cada orbe está animado por un espíritu, al igual que nuestro cuerpo físico está animado por una chispa divina espiritual. Cuando acontece la carrera inter-estelar por ser planeta o sol, hay que desplazarse u volar a vertiginosa velocidad, sólo los más rápidos podrán apoderarse del honor de alumbrar una Galaxia gracias a la radiación electro-magnética de un orbe luminoso. Exóticos fenómenos se manifiestan a descomunales escalas, tal cual está comprobado que la Luna interceptará la Tierra en algunos millones de aøos más, prosiguiendo y ejecutando el actuar microscópico del espermatozoide que se fusiona con el gameto femenino derivando en la fecundación de un embrión y luego de un feto. Algo nacerá de dicha combinación. "Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba".
Muchos de estos espíritus superiores, en ciertas etapas de sus "carreras a las estrellas", descienden en determinados planetas con el fin de ayudarles a evolucionar. Por ejemplo (nos reservamos de la información detallada, al menos en esta entrada) un conocido y poderoso espíritu, luego de ya encarnar en seis ocasiones, baja una séptima vez al Plano Tierra, en donde se le otorga el nombre de Jesús de Nazaret. Y así, muchos seres iluminados, encarnan en diversos lugares del firmamento con el objetivo de ayudar a progresar entregando enseønzas de orden cósmico. En el caso de este planeta, instrucciones claramente adaptadas a la escasez de palabras del lenguaje humano que definiesen conceptos que escapan aún a mentalidades de orden subinfinito.
La humanidad, por el momento, sólo tiene un acceso muy limitado a la información. Tampoco se debe tener una aspiración ambiciosa en el desciframiento de lo que aún no le corresponde, ya que intentar descodificar lo vedado, nos colocaría en el escenario de un roedor sobre una rueda de juguete que gira sin parar o de un perro que intenta perseguirse su propia cola. Las Verdades se nos seguirán revelando en su justa medida y en su justo momento.
"Cuando admiráis la magnitud del universo maestro, deteneos para considerar que aun esta creación inconcebible no puede ser más que una revelación parcial del Infinito." L. de U.
Demian Lucano.-
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