CÁTEDRA NÚMERO 5 y NÚMERO 6
Demian Lucano
INTRODUCCIÓN
Dentro de la Mas:. podemos apreciar que el número 5 comienza a figurar en varios aspectos del ceremonial del Gr:. de Comp:., es así que este último debe dedicar parte importante de sus estudios y meditación al contenido práctico, didáctico y místico que encierra este misterioso número.
Como hemos visto, el Número 5 es la Pentalfa o la Estrella de 5 puntas. Le corresponde el planeta Mercurio y la quinta constelación que es la de Leo. El Plexo Solar corresponde al Número 5 y entre los metales el Azogue (Mercurio). La nota musical es Sol. Está relacionado con la Bilis. Esotéricamente le corresponde el planeta Marte. El Número 5 en Cábala es el Hierofante, el Rigor, la Ley. Se dice que tiene 72 Puertas de acceso y que cada puerta tiene 35 Principios: somos fuertes en la medida que acatemos esos Principios. El 5 es el Fuego Viviente que se infunde y difunde dentro de nosotros, es la Fortaleza, el Fuego.
Demian Lucano
INTRODUCCIÓN
Al abrir los trabajos en el S:.G:. advertimos un
cambio en la secuencia de los golpes de mallete del V:.M:., VV:. y GGTT:., en
la batería del grado, en los Sig:., Toq:. y Pal:., y si apreciamos el
ritual de aumento de salario, también constatamos que el número de viajes así
como la edad del COMP:. cambian con respecto a las del AP:., siendo este cambio
una progresión y elevación en el sendero Iniciático. A los tres años sólo se
podía deletrear y caminar torpemente, en cambio en este nuevo Gr:. podemos
silabear y tenemos un caminar más firme, a los tres pasos del Gr:. anterior se
le suma otros dos (3+2=5), por lo tanto, se hace evidente una maduración en la
calidad del Mas:. y la piedra que le constituye, así, la perseverancia que lo
llevó al Gr:. de Comp:. en su aumento de salario le abre un nuevo campo de
percepción y Gnosis, con la ahora edad de 5 años que reflejan una incipiente
evolución dada el trabajo y el esfuerzo del obrero en la Gran Obra Constructora
del destino. Es así que, adentrándonos en los sagrados Misterios del Mundo
fenoménico y espiritual, podemos contemplar las maravillas paradisiacas del
Universo y la Creación dentro de nosotros mismos, continuando el mítico legado
iniciático en el viaje de retorno hacia la conciencia prístina del Espíritu que
en nosotros habita. Es así que, con su debido dominio, comprensión y práctica,
espantando la ilusión del trance mayâvico en el que se halla inmersa la humanidad, podemos dejarnos deleitar por los
gloriosos tesoros que el número 6 brinda al que persiste en la Senda Sagrada. Abriendo
vuestro Ser al poder fulgurante que emana de su centro y renaciendo fiel Ave
Fénix de las cenizas del Leteo, la fuente del olvido, se aventura el Inic:. a
través de las llamas germinativas del Kosmos, mediante la titánide Mnēmosýnē o memoria de la Realidad.
DESARROLLO
Como es de saber, los gremios de constructores y
artesanos medievales eran poseedores de las antiguas ciencias y tradiciones
esotéricas de la antigüedad, lo cual no solo les permitió la inspiración en la construcción
de apoteósicas construcciones, castillos y catedrales, sino que también la
conformación de una organización iniciática y filosófica, como lo es nuestra
Aug:.Or:.Fr:.Mas:..
Para tales constructores, las herramientas como la escuadra y el compás no
representaban sólo meros instrumentos; los saberes como la geometría y la
aritmética no representaban exclusivamente conocimiento abstracto; y los
números con los cuales anunciaban aquellos saberes y los plasmaban con sus
herramientas no eran simples elementos de comunicación, sino que además todos
ellos representan y simbolizan
sabios conocimientos, disciplinas herméticas y secretos Arcanos de la
Naturaleza originaria del Todo. Los números son los arquetipos básicos o raíces
fundamentales en las disciplinas tales como la astrología, numerología, tarot,
Kabbalah, etc; siendo parte también de la piedra angular de escuelas
filosóficas como los caldeos en Mesopotamia, pitagóricos en Grecia, Kerala en
India, entre otras.
Hace miles de años, civilizaciones y culturas tan
antiguas y disímiles como las de los
Chinos, Japoneses, Griegos, Hebreos, Árabes, Egipcios, Fenicios, Cristianos,
Mayas e Incas, emplearon sus propios sistemas numéricos y matemáticos para
desentrañar los misterios de la vida humana y la formación del Universo.
Los antiguos eruditos examinaban y usaban los números
como una guía de vida, llegando a asignarles propiedades sanadoras y mágicas.
De hecho, los hindúes y los árabes recetaban “cuadrados mágicos” compuestos por
números, como amuletos de protección y defensa.
La Kabbalah, antiguo conocimiento místico hebreo,
proporcionaba importantes revelaciones espirituales a través de la Gematría, un
sistema numérico usado principalmente para el estudio de la Biblia. Con valores
numéricos muy específicos, cada una de las 22 letras del alfabeto hebreo está
representada por un símbolo, un número y un concepto. En tal sentido, de una
manera muy general podemos decir que la equivalencia de valores entre ciertas
palabras, puede ser usada para interpretar los significados y la conexión
existente entre ellas.
Aunque tales sistemas numéricos llegaron a convertirse
en profundos basamentos para el estudio, la comprensión y la divulgación de
dichas culturas, sobresale el importante papel desempeñado por el filósofo y
matemático griego Pitágoras. En efecto, Pitágoras, quien es considerado para el
mundo occidental el padre de las matemáticas y la numerología, fusionó el
esoterismo y la lógica, fundando - hace alrededor de 2.600 años atrás - una
rigurosa escuela filosófica y hermética creada a partir de antiguos secretos
egipcios e indios y basada en la estrecha vinculación del devenir humano y las
leyes matemáticas que rigen los movimientos cosmogónicos.
NÚMERO 5
Dentro de la Mas:. podemos apreciar que el número 5 comienza a figurar en varios aspectos del ceremonial del Gr:. de Comp:., es así que este último debe dedicar parte importante de sus estudios y meditación al contenido práctico, didáctico y místico que encierra este misterioso número.
De manera un tanto introductoria,
podemos afirmar que corresponde a un número impar primo, calificado además de
andrógino por estar integrado por el impar o masculino 3 y el par o femenino 2.
Su presencia en la naturaleza es destacada, tanto en el reino vegetal como
animal, ya sea en la forma del cáliz de ciertas flores como la rosa, el número
de dedos de muchos animales incluido el ser humano.
Es la Quinta Esencia, producto de la unión de la sal y el azufre
representados por las dos Col:. a la entrada del Templo de Salomón y que da
vida a los 4 elementos formativos de la materia.
Asociado también a los cinco sentidos,
a las cinco facultades del alma y a los cinco órdenes de arquitectura, a saber,
el dórico, jónico, corintio, toscano y compuesto. Las gradas del P:.V:. que son
5, a saber, la primera simboliza la inteligencia, la segunda la rectitud,
tercera el valor, la cuarta la prudencia y la quinta la filantropía. Los cinco
carteles del Gr:., los cinco sabios y bienhechores de la humanidad y las cinco
letras de la palabra sagrada. En música es el pentagrama,
sustrato del sonido original que produjo la creación, y la nota Sol.
En las matemáticas e incluso
arquitectónicamente este número presenta peculiaridades, su raíz cuadrada más uno
dividido por dos [(V5+1)/2], nos da la Sección
Áurea, patrón de la belleza universalmente reconocido por diversas culturas
y que a su vez se reproduce en el cuerpo humano. Existen múltiples ejemplos de
proporciones: la distancia de la cabeza al ombligo y la altura de una persona,
la misma relación entre el largo del antebrazo y el total del brazo, entre
otras. A través del Arte y la Arquitectura encontramos numerosos e interesantes
monumentos: Uno de los primeros ejemplos que
encontramos son Las Pirámides de Egipto, el número áureo aparece hasta tres
veces en las relaciones numéricas entre los distintos elementos de la pirámide;
en el Partenón de Grecia se dan numerosas y hermosas
proporciones del número mágico en esta
maravilla del mundo antiguo.
En este Seg:. Gr:. Simb:., el cinco
también tiene importancia astronómica reconocida desde la antigüedad, 5 eran
los planetas visibles: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, a los que los
antiguos sumaban la luna y el sol, la Tierra en esta concepción geocéntrica no
era considerada planeta.
Continuando con la
numerología de Pitágoras la suma de los primeros números par e impar (2 + 3)
equivale al 5 (los pitagóricos no reconocían
al 1 como número ni como impar). Por ello simboliza la vida humana y –
según las tradiciones platónica y pitagórica –
el matrimonio, como suma del 2 femenino y del 3 masculino.
El número 5 fue asociado con la diosa
babilonia Ishtar y su equivalente romana Venus, y el símbolo para ambas era la
estrella de cinco puntas o pentagrama. En
ella se inscribe la figura humana con brazos extendidos y piernas separadas, es el hombre encerrado en
el pentagrama revelador de la divina proporción, con sus cuatro
miembros regidos por la cabeza, y los cuatro dedos regidos por el pulgar. Por
otro lado, por su carácter de intermediario, puede ser un número destructor de
lo temporal, mutable y perecedero.
Dentro de las religiones del mundo, el número cinco ha
de ocupar un lugar preponderante dentro de la tradición judía, La Torá, está
compuesta por cinco libros (Génesis,
Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Para los cristianos, toma el
nombre de Pentateuco, pero su
composición es la misma, cinco fueron los estigmas que recibió Jesús en la
cruz. Para la fe musulmana, son cinco sus obligaciones principales (profesión
de fe, oración, limosna, ayuno y peregrinación a la Meca), cinco son las veces
que hay que rezar a lo largo del día. Existen cinco categorías de ley islámica
y hubo cinco profetas que dieron las leyes (Noé, Abraham, Moisés, Jesús y
Mahoma).
El número 5 era también importante para los Mayas, que
colocaban una estrella de cinco puntas
en el centro de las cuatro agujas de los puntos cardinales.
En
las artes esotéricas como el tarot, su Axioma trascendental es: "De
oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven y mi corazón te siente". La
quinta carta es la de Hierofante, el Papa, Sumo Sacerdote o Gran Maestro.
Usualmente, esta carta está representada por un maestro con un cuerno de la
diosa Isis, y atrás las dos Col:. del Templo de Salomón, J:. y B:.. La carta
representa la unión del binario y el trinario, la unión sagrada de la materia y
el espíritu. La carta No.
5 del Tarot es Iniciación, Demostración, Enseñanza, Ley Kármica, Filosofía,
Ciencia, Arte; éste es el símbolo inefable del Verbo hecho carne,
el Lucero terrible de los Magos.
Como hemos visto, el Número 5 es la Pentalfa o la Estrella de 5 puntas. Le corresponde el planeta Mercurio y la quinta constelación que es la de Leo. El Plexo Solar corresponde al Número 5 y entre los metales el Azogue (Mercurio). La nota musical es Sol. Está relacionado con la Bilis. Esotéricamente le corresponde el planeta Marte. El Número 5 en Cábala es el Hierofante, el Rigor, la Ley. Se dice que tiene 72 Puertas de acceso y que cada puerta tiene 35 Principios: somos fuertes en la medida que acatemos esos Principios. El 5 es el Fuego Viviente que se infunde y difunde dentro de nosotros, es la Fortaleza, el Fuego.
72 PUERTAS = 7 + 2 = 9 (NOVENA
ESFERA)
LOS 35 PRINCIPIOS = 3 + 5 = 8
(INFINITO)
El 9 es el Ermitaño,
la Novena Esfera, el Sexo. En cuanto al 8 es la Justicia que a su vez está
representado por el signo del Infinito, el Fuego del Flagelonte y el Agua del
Aqueronte. El Fuego y el Agua origen de Hombres, Bestias y Dioses.
Toda auténtica iniciación empieza por ahí:
El Hijo del Hombre sale del Fuego y el Agua, que es lo que nos da la Fortaleza.
El Auténtico Hombre tiene que nacer en la Novena Esfera que es la que da la
Potencia al Hijo del Hombre, de allí. Los 35 Principios es la Justicia, la Ley,
el número 5 es la comprobación. El Agua y el Fuego se entrecruzan en la Novena
Esfera, formando el signo del Infinito, un ocho horizontal. El Hijo del Hombre
nace del Agua y el Fuego en la Novena Esfera, el Sexo.
Desde el punto de vista psicológico el
Número 5 es: Persuasión, Investigación, Selección, Comprensión y Análisis,
estas son las principales claves del trabajo.
En el Número 5 vemos el estudio. Hay
que saber manejar profundamente esta energía en forma reflexiva, buscando e
indagando nuevos aspectos. Aprender a pensar por nosotros mismos. Del abismo
que existe entre pensamiento y hechos a veces se forma algún proyecto pero no
resulta. No hay que marchar sobre los proyectos sino sobre los hechos, con
Inteligencia y Discernimiento. El Número 5 también es un símbolo de Poder,
debemos hacer las cosas vigilantes y alertas para no errar.
Remontándonos nuevamente al estudio de
los elementos relacionados al presente, conviene resaltar que, el cuaternario y
los cuatro elementos son, como ya dijimos,
los principios por los cuales se manifiesta la
materia. También ya se dijo: todo cuanto existe debe ser de Naturaleza
doble, trino en su manifestación y cuádruple para la realización. Pero, si el
cuaternario no se uniese al quinto que es la vida, toda materialización
moriría, de modo que es necesario unir una quinta esencia a los cuatro
elementos para darles vida y movimiento.
Esa Quinta Esencia o el quinario
representa la aspiración, el aliento que mantiene la vida en lo creado; de ahí
la idea de que todo lo animado se mantiene por efecto del hálito. El propio ser
se manifiesta por el aliento que da acción a la vida. De modo que el aliento o
respiración es el medio que une al Espíritu Divino al cuerpo material, así como
el hombre une a Dios con la Naturaleza.
El hombre es quinario; cuatro
elementos y un Espíritu que, por su aliento, vivifica los cuatro.
1o. La idea
de la vida, de la animación.
2o. La idea
del Ser.
3o. La idea
de la unión del Espíritu al cuerpo.
El aliento – respiración - representa
la penetración del poder Creador a través del mundo divino, del mundo
intelectual y del mundo material.
El aliento, origen de la vida, se
manifiesta en cinco principios elementales, conocidos por la filosofía yoguista
con el nombre de Tatvas o Tatwas. Esos Tatvas son fuerzas
naturales, sutiles, que podemos considerar como modificaciones en la vibración
del éter. Cada una de esas
modificaciones actúa en uno de los cinco sentidos del hombre. Así, el Sol corresponde al Tatva
Tejas, Agni o fuego, e influye en los ojos y en la visión: la Luna
influye en Apas, Ap, Jala, agua que se aplica al gusto; y así cada
elemento tiene su influencia en cada tatva: Prithvi o
Bhumi, la tierra, rige el olfato; Akash, éter, el oído, su
concentración; Vayu o Pavan, el aire, el tacto y el lenguaje.
Dicen los Upanishads: “El Universo está originado en los Tatvas,
sostenido por los Tatvas y en los Tatvas se disuelve”. Nosotros podemos
decir que el hombre es hijo de sus sentidos; vive por los sentidos; por los
sentidos se sustenta y por ellos muere.
Esos
Tatvas son principios cósmicos energéticos y vitales; en cuanto producen
materia, la animan con su energía. Reflejan, en los sentidos, con las
diferentes funciones orgánicas y regulan las manifestaciones en todos los aspectos:
el tacto pertenece al cuerpo físico; el gusto, a los instintos; el olfato, al
cuerpo de deseos; el oído, al mental, y la vista, a la voluntad.
Los cinco sentidos son expresiones del
quinario con las cinco funciones vegetativas (respiración, digestión, circulación, excreción y reproducción). El
quinario es el número que preside todas las manifestaciones de la vida animal
del hombre sobre el dominio del Yo Soy. Los sentidos son las
ventanas del Templo-Cuerpo; llevan la luz del mundo externo; pero, también, el
hombre recibe la luz interna y, por
medio de ellos, puede actuar sobre el mundo
externo.
El Iniciado transforma esas cinco
cadenas que lo atan al poder de la ilusión en útiles instrumentos del Yo. Los
cinco sentidos y nuestra mente están construidos con material recibido del
exterior, así como de las reacciones internas.
Los cinco sentidos son los cinco
talentos de los que habló Jesús en el capítulo 25 del Evangelio de San Mateo y
en el capítulo 19 del de San Lucas.
Todo hombre que posee los cinco sentidos está obligado a trabajarlos y
duplicarlos. Un sentido bien educado da un talento interno y de esa manera los
cinco talentos se duplican con el uso justo para dar cuenta al Señor, en su regreso,
en la segunda venida.
Una vez dominados los sentidos según
esas prácticas, puede el hombre devolver a su Intimo los cinco talentos
duplicados, y el Intimo Señor y Dueño le dice: “Buen siervo: fuiste fiel en lo poco; he de darte mucho; entra en el
gozo de tu Señor”, esto es, sé uno conmigo.
NÚMERO 6
El
Cinco más la unidad da lugar al SEIS. En Música es la nota “LA”.
Es
símbolo de estabilidad, y la representación del Macrocosmos actuando en cada
SER. La representación de la cruz en tres dimensiones, es una figura de SEIS
EJES que confluyen en un punto.
Simboliza
la unión, del plano de Manifestación Humano, con el Axis Mundi, el eje del
fuego.
En
este punto de cruce se unen la Energía Espiritual Descendente y la Energía
Material que asciende a lo alto, la unión del CIELO Y LA TIERRA.
En el
Yoga se representa esta unión en Anahata o chakra del Corazón, por medio de una
ESTRELLA DE SEIS PUNTAS rodeada de DOCE PÉTALOS.
En la
tradición Judaica sería la Estrella de David.
En
Budismo Tibetano aparece esta ESTRELLA en el MANDALA de VAJRAYOGUINI; deidad
que representa la energía femenina en la más alta y pura vibración.
Considerando
el símbolo de la perfecta armonía, Euclides consideraba perfecto el número
SEIS, por equivaler a la suma de sus divisiones.
SEIS
son las CARAS DE LA PIEDRA CÚBICA, que los Mas:. deberían labrar con las
herramientas del Arte Real.
El
CUBO representa el “ideal de la perfección humana”, por la rectitud y el
paralelismo de sus caras, comparables a las tres dimensiones: material, moral y
espiritual.
Simboliza
también la Ciudad Celeste, el TEMPLO DE JERUSALEM.
La
Log:., tiene seis caras, orientadas a los puntos cardinales, el CENIT y el
NADIR en representación del Kosmos.
El
número seis es la suma de los tres primeros números (1+2+3)
Representa
también la cualidad amorosa de la creación.
Simbólicamente
aparece como la Estrella de Seis Puntas del Sello de Salomón, escudo
constituido por la fusión armónica de dos triángulos. Uno con el vértice hacia
arriba, y el otro hacia abajo, “lo masculino y lo femenino”, el FUEGO y el
AGUA.
Curiosamente
la pareja humana fue creada por Dios, según el Génesis en el DÍA SEIS.
El
seis es la vibración de Venus: Amor y Belleza.
En
Geometría es el Hexágono.
Es
también la atracción, y la oposición del Mundo Humano versus el Divino guiado
por el amor, como en el antiguo emblema Hermético, “COMO ARRIBA ES ABAJO Y COMO
ABAJO ES ARRIBA”.
Es la
posibilidad de fusión o reflejo de la trinidad divina del mundo trascendente
con la trinidad humana.
El
Hinduismo habla de los “SEIS SENTIDOS”, los cinco corporales, más la mente
discriminatoria, capaz de separar lo verdadero de lo falso.
En
Astrología hay seis signos activos: Fuego y Aire, seis pasivos: Tierra y Agua.
En el
I Ching la respuesta del consultante está dada en un “recorte del instante”
llamado Heliograma, en él se detiene el tiempo lineal, por un momento, para
representar la realidad intemporal del consultante.
Cada
Hexagrama se compone de DOS TRIGRAMAS (dos veces tres), siendo este el número
mínimo de fuerzas que constituyen dos circunstancias.
Al
Número 6 le corresponde la 6ª Constelación, Virgo. El planeta es Venus y la
nota musical es La. Se relaciona con los Islotes de Lagerhans ubicados en el
Páncreas, son los que segregan la Insulina tan importante para la digestión de
los azúcares. El color es el Azul, su plexo el Sacro. El 6 está relacionado con
todas las glándulas. El Número 6 tiene 72 Puertas a cada lado y 72 Intermedias.
El Iniciado que atraviese esas 72 Puertas puede entrar en el Mundo de la Realidad
de la Vida. Es muy interesante que el Número 6 tenga 72 Puertas de cada lado y
72 Intermedias, la explicación la encontramos en la Estrella del Rey Salomón.
6 PUNTAS MASCULINAS
Según el neognosticismo, esta estrella
tiene 12 Rayos, 6 Masculinos, 6 Femeninos, los cuales se descomponen en las 12
Constelaciones del Zodíaco, en ella están resumidos y sintetizados, los
Misterios del Gran Arcano, los Misterios de la Alquimia, los Misterios del
Sexo, éste es el símbolo del Logos. Las enseñanzas de la Novena Esfera se deben
mostrar a través de la Kábala. Las 72 Puertas colocadas de lado y lado están en
Jakin y Boaz y en el centro de ambas columnas donde están las 72 Intermedias,
está el Misterio de las Dos Columnas, la Piedra Bruta.
Hay que cincelar la Piedra Bruta hasta
dejarla perfecta. Si a ese Santo 6 lo sumamos tres veces nos da 666 que es el
número de la Bestia. Pero si lo sumamos 6+6+6=18. El 18 es bastante tenebroso,
es el Crepúsculo, los Enemigos Ocultos, los Enemigos Secretos. Los Tenebrosos
atacan terriblemente cuando se está trabajando en la Gran Obra. A los
tenebrosos no les gusta y buscan como sacar al discípulo del Camino, lo atacan
terriblemente. En el Número 6 encontramos las Voliciones Eróticas, las ideas de
Ornato, la Reciprocidad, la Fertilidad, la Amorosidad.
Está asociado al sexto Arcano del
tarot: “Los Enamorados”. Axioma
Trascendental: "Trabajos me das
Señor, más con ellos fortaleza". El Arcano Seis es el Enamorado del
Tarot, significa Realización. Se encuentra el ser humano entre el Vicio, la
Virtud, la Virgen y la Ramera, Urania-Venus y la Medusa. Se encuentra uno en
tener que elegir éste o aquel camino. El Arcano No. 6, es encantamiento,
equilibrio, unión amorosa de Hombre y Mujer. Lucha terrible entre el Amor y el
Deseo. Ahí encontramos los Misterios del Lingam-Yoni. Es enlazamiento.
En el Arcano No. 6 está la lucha entre
los Dos Ternarios, es la Afirmación del Cristo Interno y la Suprema Negación
del Satán.
El Arcano No 6, es la lucha entre el
Espíritu y la Bestia Animal. El número Seis representa la lucha teológica entre
Dios y el Diablo. Este Arcano está expresado por el Sello de Salomón. El triángulo
superior representa a Kether, Kjokmah y Binah, el resplandeciente Dragón de
Sabiduría (Padre, Hijo y Espíritu Santo); el triángulo inferior representa a
los Tres Traidores que vienen a ser la antítesis de la Triada Divina, y que son
los Demonios del Deseo, de la Mente y de la Mala Voluntad, que traicionan al
Cristo Interno momento a momento y son las bases del Ego (Judas, Caifás y
Pilatos); este triángulo inferior es el Dragón Negro.
La Estrella
de Seis Puntas o el Hexagrama, formada por los dos triángulos entrelazados, se
llama también el Sello de Salomón y es el símbolo del Macrocosmos; en tanto que
la Estrella de Cinco Puntas es el Microcosmos o el hombre, según los antiguos
filósofos.
Los dos triángulos de la Estrella de
Seis Puntas indican también las fuerzas ascendente y descendente, el principio
masculino activo y el femenino pasivo.
El Hexagrama expresa el axioma hermético: “LO QUE ESTÁ ARRIBA ES ANÁLOGO A LO QUE
ESTÁ ABAJO”. Los dos triángulos representan el mundo divino y el inundo
material entrelazados, en tanto que en el centro de la estrella está el mundo
interior, subjetivo, del hombre, que es el vehículo de la manifestación de
ambos.
El cubo se relaciona con el número seis, por sus seis caras.
El Mas:. debe formar desde la piedra bruta una piedra cúbica o piedra
filosofal, esto es, desarrollar sus seis sentidos, para llegar a la perfección
individual y convertirse en una piedra perfecta al servicio de la obra del
G:.A:.D:.U:..
El senario es la encrucijada del camino; una vía va hacia la
derecha y otra hacia la izquierda. Los cinco sentidos del hombre bien educado y
bien aplicado conducen al Centro, morada de la inteligencia, a la intuición del
corazón. Los cinco sentidos son los cinco grados que nos llevan a la Unión, por
medio de la inteligencia con lo Íntimo.
El primer grado
corresponde a la tierra, mundo de
los instintos en cuyo seno se halla oculta la Realidad de las cosas, que se
esconde bajo la forma y corresponde a la reflexión perseverante. El segundo es el aire que representa el mundo
mental con sus errores y corrientes contrarias, donde el Iniciado debe
permanecer firme en su fe espiritual como la roca contra el embate del mar. Ese
grado corresponde a la firmeza equilibradora. Se obtiene por el dominio del tacto.
El tercero es el agua, el mundo de deseos, el mundo astral donde el Iniciado debe
dominar y calmar el mar de sus pasiones, siempre enfurecido en el vientre y en
el hígado. Siempre debe mantenerse sereno, como el guerrero valiente en medio
de la lucha. Con el dominio del gusto adquiere serenidad. El cuarto es el fuego de las aspiraciones que se traduce por el entusiasmo que saca
al hombre de la fría indiferencia y del ardor de la fiebre. Con el dominio de
la vista, se llega a ese estado. El quinto es el éter conductor de las vibraciones del Verbo que es LUZ. Cuando entra por el oído interno,
provoca en nosotros la facultad del discernimiento.
Con
la Iniciación Interna, se torna el hombre una fulgente estrella, verdadero hijo
de Dios hecho carne, porque dominó sus cinco sentidos. Tiene cinco puntas y
representa el Poder Soberano del Mago ante quien se inclinan los elementos de
la naturaleza.
No
obstante, dentro de la estrella de cinco puntas, en el corazón, debe brotar
nuevo elemento, nueva entidad atómica y divina, que es el centro de la
Inteligencia que quiere crear por medio de los cinco
sentidos: la Fuerza
Creadora.
Cuando
el hombre dirige a la cabeza, por medio de sus pensamientos, la Fuerza
Creadora, a manera del número seis (6) imagen del arco evolutivo, une el punto
superior (símbolo de la Esencia Divina) con el círculo de su manifestación y
también representa el esfuerzo de esa manifestación para arriba. Sin embargo,
cuando el hombre desciende con sus pensamientos a la inferioridad de su ser, a
los instintos y pasiones para vivir y deleitarse allí, la Fuerza Creadora lo
convierte en monstruo, en macho cabrío, emblema de la magia negra.
La estrella
microcósmica de cinco puntas tiene en el centro a la Fuerza Creadora que
completa el número seis. Esa fuerza produce la involución, como lo demuestra la Biblia en la caída del hombre, y
produce también la evolución cuando
es debidamente usada, convirtiéndose en el Árbol de la Vida. Según la voluntad del hombre y sus pensamientos,
esa fuerza conduce a la degeneración o a la regeneración. Conforme la voluntad
del hombre, la Fuerza Divina puede ser empleada para el bien o para el mal.
Cuando esa fuerza es utilizada para la armonía, el triángulo es blanco y
luminoso y, cuando es aprovechada
para la desarmonía, el triángulo es negro.
El Iniciado, por medio de la voluntad o
aspiración continua por el pensamiento, canaliza la fuerza creadora para la
nutrición de sus cinco sentidos y de esa manera llega a ser Uno con Dios el
Intimo. Esa energía lleva a libertarse de la esclavitud de los sentidos y
pasiones; es la escalera simbólica
de Jacob que va de la tierra al cielo.
El senario,
entonces, significa la generación, que es el resultado de los dos triángulos
entrelazados. En la Kabbala, el arcano seis está simbolizado por un joven entre
dos mujeres, una a la derecha y la otra a la izquierda (el hombre entre la naturaleza
divina y la terrestre). Es el libre arbitrio que actúa en ese estado. En la
derecha está el mundo divino, el equilibrio de la voluntad y la inteligencia
que lleva a la belleza. En lo humano, está el equilibrio del poder y de la
autoridad que es el amor y la caridad y, en
lo natural, es el equilibrio del Alma Universal que conduce al Amor Universal.
En la izquierda todo es confusión, desarmonía y egoísmo.
En el triángulo con el vértice dirigido hacia arriba, tenemos en el cuerpo: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo; mientras que en el triángulo con vértice dirigido hacia abajo, tenemos: Inteligencia, Belleza y Voluntad. Respecto de lo humano, en el primero tenemos: Adán, Eva y Humanidad, y en el segundo: Autoridad, Amor y Poder.
En el triángulo con el vértice dirigido hacia arriba, tenemos en el cuerpo: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo; mientras que en el triángulo con vértice dirigido hacia abajo, tenemos: Inteligencia, Belleza y Voluntad. Respecto de lo humano, en el primero tenemos: Adán, Eva y Humanidad, y en el segundo: Autoridad, Amor y Poder.
Se puede inferir de eso que la Fuerza
Creadora es la Madre Generadora de la Naturaleza o la generación universal de
las cosas: de la Fuerza Genital vienen las palabras genio (o Superhombre),
génesis, generación, etc. El hombre debe ser un genio o Superhombre para aspirar, saber y poder concentrar la Fuerza
Creadora en el cerebro, donde puede sentir la unión con el Íntimo. Así como Jesús, en el desierto de
la materia física, fue tentado, lo que explica el símbolo sexto de la Kabbalah,
así debe el Iniciado sufrir la tentación de la Fuerza Creadora en sus cinco
sentidos. La mujer de la izquierda lo convida a gratificarlos con el placer y
la molicie, al paso que la de la derecha lo llama al cumplimiento del deber y
de la virtud. En la elección entre
las dos sendas
estriba la evolución
o la caída, el poder
o la debilidad.
La
Energía Creadora es el puente entre el hombre y el Íntimo. Cuando, por medio de
la aspiración, respiración y meditación voluntaria se canaliza esa energía para
el tacto, llega el hombre a dimanar de su cuerpo un poder salutífero capaz de
curar, instantáneamente, cualquier dolor físico o sufrimiento moral. Su cuerpo
de convierte en fuente de salud, bienestar, tranquilidad y paz para los
necesitados y entonces se dice, con razón, que ese hombre tiene tacto.
Cuando
asciende la energía creadora por la columna vertebral, hasta llegar a los cinco
sentidos, abre en ella un hueco, transformándola en un tubo; en ese hueco
manifiesta su expresión el Yo Soy Intimo, y por ese medio logra
tener perfecta comunicación con todo el cuerpo de arriba abajo y de abajo
arriba. Esa oquedad ayuda a la evolución del hombre y en ella circula
la savia del Árbol de la Vida.
Es la Iniciación interna la que
facilita la ascensión de la Energía Creadora por la Columna vertebral del
Iniciado, perforando en ella ese agujero para dar libre paso al fuego, a la luz
y a las vibraciones cósmicas, principios divinos que relacionan al hombre con
el Íntimo.
CONCLUSIÓN
Resultó muy entretenida la realización del presente trazado. Fue muy
interesante poder conocer diversas perspectivas sobre los números 5 y 6 que
traté de colocar lo más resumidamente posible. Los números deben ser estudiados
desde todas sus aristas, exotérica y esotéricamente, estudiar el origen de la
creación desde los mismos y usarlos en la meditación. Existen siete tipos de
hombres y mujeres. Existen dos tipos de Humanidad: la humanidad mecánica y la
Humanidad Consciente. Para pasar del centro de gravedad mecánico al centro de gravedad
consciente, hay que trabajar.
El Hombre número 1, es el
hombre meramente instintivo, mecanicista; en él predominan los centros del
instinto y el mecánico, o motor. El Hombre número 2, es el individuo emocional, un
individuo que se mueve en el mundo de las emociones inferiores, de las
pasiones, de los deseos animales, etc. El Hombre número 3, es el hombre meramente
intelectual, el hombre que está razonando todo el día, toda su vida; que
fundamenta todas sus actividades, exclusivamente en el centro intelectual.
Los hombres número 1, 2 y 3, forman el círculo de
"confusión de lenguas"; los hombres 1, 2 y 3 son la "Torre de
Babel". Se necesita pasar al Hombre número 4, antes de pertenecer al
"Reino"; el Reino está constituido por los hombres 5, 6 y 7. En el
Reino, todos se entienden entre sí, allí no hay "confusión de
lenguas".
El Hombre número 5, posee
conciencia en Cuerpo Astral y lo usa a voluntad. El Hombre número 6, posee
conciencia en Cuerpo Mental y el Hombre número 7, posee conciencia en Cuerpo Causal.
Desde el hombre número 4 nos volvemos en hombres y mujeres internos, dejando de
vibrar en las apariencias del mundo externo, la misión del Comp:. es volverse
en un hombre y mujer 4, sembrando el camino y visionando los primeros
vislumbres del hombre 5 haciendo uso práctico de la estrella de cinco y seis
puntas.
Demian Lucano
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