El juramento es un acto de lealtad que ha sido practicado a través de todos los tiempos y desde las más remotas épocas, este se ha llevado a cabo como un compromiso que va más allá de lo terrenal, ya que uno no sólo ha de efectuarlo ante la lealtad de nuestra propia escucha y la de los otros presentes, sino ante la suprema omnipresencia del G:.A:.D:.U:., quien desde lo Eterno es testigo de todos nuestros testimonios. Esta importante característica vendría a divinizar el inmanente carácter del acto de jurar. Una de las bases filosóficas de la escuela Pitagórica asume que Dios realizó el Primer Gran Juramento de conservar la creación que Él mismo concibió y es esta acción la que nosotros debemos cumplir en los asuntos que han de correspondernos. En otros periodos, Hesíodo afirma que todo era perfección y armonía sobre la Tierra hasta que los hombres se engañaron los unos a los otros, profanando así la divinidad y naciendo con ello el juramento a la Verdad. El secretismo de diversas escuelas mistéricas está bajo la custodia de este método, los Antiguos juraban a las deidades de sus panteones en las actividades sociales y sagradas: los Egipcios a sus grupos mitológicos representados por Ptah, Amón, Jnum, Ra, Atón (…); la cultura helenística de los Griegos a Zeus, Démeter, Dionisio, Atenea (…), los Romanos a Júpiter, Marte, Saturno (…), los Persas ante el dios Sol que era el Tonatiuh de los Aztecas y así múltiples ejemplos. En los rituales y ceremoniales de sectas e instituciones religiosas se encuentran también los juramentos, puedo identificar tres categorías: para con la deidad Suprema, para con uno mismo en la práctica interna y para con el prójimo en la práctica externa. El practicante religioso siempre ha de jurar, por ejemplo: el hebreo ante la Ley de Moisés, el islámico ante el Corán, el católico ante la Santa Biblia, el israelí ante la Torá. La monarquía es también representación de este legado, los príncipes que ascendían a la investidura del reinado, no sólo debían jurar ante ellos mismos, si no ante el magisterio, el pueblo y Dios; bien se colocaba en ciertos países la mano sobre las tumbas para que los muertos fuesen testigos desde el plano espiritual. Tanto los caballeros, como los eclesiásticos y los militares, han jurado respectivamente a la cruz, al verbo y al honor. Esta práctica se ha llevado a cabo en todos los niveles jerárquicos de ascensión a un cargo superior o en la prestación de servicios, hoy en día está plasmado en nuestras ciencias políticas y jurídicas bajo las categorizaciones de simples o solemnes y judiciales o extrajudiciales. El inconsciente colectivo relaciona al verbo con la construcción divina del templo de lo sagrado, la palabra es la Verdad manifestada en la ley universal del sonido, 'Nada Brahma' – 'Dios es Sonido', faltar a la palabra es faltar a Dios y faltar al Hijo que es su emanación.
Un Juramento posee una arista hacia lo bienaventurado y otra hacia el infortunio de las tinieblas, el jurador escogerá uno de estos recorridos finalizada su declaración; la promesa es pues, una semilla en el camino de la realización, véase esta concepción desde la visión esotérica y exotérica que implica. Ambas bisecciones se divierten en el plano de las polaridades y es la pureza de Espíritu más la fuerza de Voluntad las que llevarán esta empresa al éxito o al fracaso.
Antiguas Iglesias habían de responder al falso jurador extrayéndole la mano derecha con la que había proclamado supuesta fidelidad de palabra. Estas prácticas fueron abolidas por los Reyes Católicos y hoy en día, son utilizadas a modo simbólico en distintos tipos de juramentos, por ejemplo, el “perder la cabeza” es perder nuestro centro vital de inteligencia. Sin embargo, fueron prácticas que no estuvieron exentas de lo verídico, pues colgados eran los que faltaban a la Verdad Divina en los juicios criminales de siglos no tan alejados al nuestro, los brujos y brujas paganos de la inquisición fueron colgados o quemados vivos como castigo por el delito del pecado, así se inmortalizó también con la guillotina en los países europeos en donde millones de personas fueron ejecutadas por prestar un falso juramento ante gobernantes que, irónicamente, eran representantes de Dios en la Tierra. También existían distintos castigos cuando en Grecia o en Roma no se juraba por el emperador y sus fastuosas riquezas o poderes. Al fin y al cabo, el fanatismo a lo largo de la Historia utilizó estos procedimientos bajo una errónea justificación celestial, plasmándolas así en diversos tratados o constituciones gubernamentales que regían la jurisprudencia de sociedades o polis. Sabemos que aquí se cometieron muchas injusticias, pero resulta competente introducir esta información en un trazado de estas características.
En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado existen – llamémosle – dos juramentos: el primero es cuando, luego de la lectura de deberes por parte del Orad:., el VM:. le pregunta directamente al candidato si está de acuerdo en jurar, en caso de respuesta positiva, se le ha de someter a la copa de liberaciones y así a los viajes. En todo paraje se respeta a demasía la libertad del individuo, a quien a cada instante se le concede la oportunidad de retirarse, por ende, las palabras que ahora deberá repetir en el juramento reglamentario no fueron contra su voluntad. Este último comienza con un pacto de sangre, se le da a escoger al aún vendado candidato donde desea que se le sangre. Comprometer el principal fluido-físico que recorre el cuerpo no está lejos de los escalofríos, siendo esta la mayor prueba de lealtad a la que puede someterse un individuo en un rito particular. La sangre es el más solemne de los cálices, es la inevitable vibración de nuestro cuerpo etérico y depositaria del registro de nuestros pensamientos, emociones y acciones, por lo tanto, su derramamiento es la más poderosa de las invocaciones existentes. Es entregar al Yo desnudo a la causa deseada y la fuerza vital a la inmortalidad de la unión proclamada. Es la fórmula de conexión más intensa de la cual no se haya escapatoria, esas fracciones de segundo son las más tétricas que puedan vivenciarse… pero sin duda las de mayor sublimidad, la conciencia sufre una maduración que no olvidará. La sinceridad y la valentía son así premiadas con la mayor de las gracias, que es el Santuario de la Luz y la destrucción del Velo de Isis.
El espiral a la Fuente está en el altar, en donde el recipiendario debe repetir lo que el VM:. le pide. Se debe jurar por salvaguardar los secretos de la Orden sin revelarlos, ni escribirlos, ni dibujarlos, ni trazarlos; antes prefiere tener la garganta cortada y la lengua arrancada de raíz, expulsado y señalado con la marca del traidor. La posición al orden es simular el degollamiento de nuestra garganta en caso de faltar a la palabra, siendo su valor de máximo honor mas:. ya que el degollamiento es infringido primero por nosotros mismos y en la zona de la voz de donde puede extraerse el Oro de nuestros preciados Misterios. El Mas:. que falta a la Ley, no será víctima de un castigo físico como los nombrados en párrafos anteriores, pero si sufrirá el pesar de su conciencia hasta el fin de sus tiempos, carcomiéndole y alimentándose de la traición que cometió en el desacato. Como vemos, el castigo no es netamente simbólico, es más bien legítimo dentro del mundo interno y externo, pues debe además aceptar que caiga sobre su cabeza el desprecio de los hombres. Esto luce enmarcado en el ritual y es tan concreto como el tinte negro de las palabras que lo conforman.
Para concluir, deseo expresar que cada uno de los juramentos que se han dictado desde el comienzo de las Eras, en cualesquiera que hayan sido sus contextos, han sido con un procedimiento particular de operaciones y diálogos de acuerdo a la función que aspiran. La mano en alto es una de las variantes, a veces es la izquierda, en otros lugares la derecha y así con diversos detalles. Nuestro ritual hace reminiscencia a los antiguos cultos y tradiciones primitivas con la utilización del ideario de la sangre, pero incluso dentro de la Mas:., existen ritos que se sirven de otros modelos. Amplio es el Universo Mas:. y bastaría de otras investigaciones para comprobar hasta dónde pueden llegar sus configuraciones.
DEMIAN LUCANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario