MAS.´. PREHISTÓRICA (De sus orígenes a 1641)
Entre las graves y tremendas obligaciones que asumimos en el seno del G:. Or:.
Univ:. y a las cuales damos toda la importancia, se encuentra, la no menos
fácil de fijar, una vez por todas, los orígenes de nuestra Institución, a fin
de poner términos a las leyendas fantásticas que no tienen ninguna base
iniciática y abrir los ojos sobre ciertos documentos los cuales no hacen sino
señalar la fundación de los primeros organismos administrativos, pues el
espíritu masónico existe sobre la Tierra desde que hubo hombres de corazón
recto, de inteligencia abierta y de conciencia pura.
En efecto, si admitimos la fecha tradicional de
1641 como el comienzo de las actividades masónicas en el mundo, equivaldría a
decir que antes del siglo XVII no hubo nobles aspiraciones de virtud, de moral,
de tolerancia y lo que sería más importante, no hubo INICIADOS. Eso es
naturalmente inadmisible.
Si 1641 es la primera fecha de la que parte la
historia de la masonería y que se haya podido encontrar escudriñando en
archivos históricos, masónicos, eclesiásticos u otros, es necesario admitir que
hubo un espíritu masónico anterior a esta fecha; por consiguiente, una
Masonería prehistórica.
Esta masonería prehistórica algunos la hacen
remontar hasta la época de Adán, lo que no está fuera de lugar como podríamos
estar tentados a creerlo.
Expliquémonos:
La Iniciación prehistórica nos enseña que la unión
de dos razas humanas (la raza de AD y la raza de AM) aun en el estado casi
animal, dio nacimiento a la raza de AD-AM o Adán que fue la primera en
poseer una conciencia y una inteligencia verdaderamente humanas, lo que
equivale a decir que fue la primera raza que realizó el ideal masónico en
cuanto al perfeccionamiento se refiere y a la superación del individuo.
Esto naturalmente es muy relativo y la Tradición
Iniciática nos ofrece otros orígenes más aceptables o más ciertos.
Para eso es necesario que abramos un paréntesis a
fin de hacer una incursión un poco más detallada en la Iniciación prehistórica.
En su origen, cuando el hombre salido apenas de la
animalidad comenzó a realizar2 el
mundo que le rodeaba, empleó un vocabulario primitivo que tomó de los gritos de
los diferentes animales entre los cuales vivía: bisonte, elefante, cabra, etc.
Estos onomatopéyicos que fueron la base del lenguaje humano son los siguientes:
AG u OG, AD, AM, AN, AF, AW, AR, AB y AS. Una sola sílaba no tuvo origen en los
gritos de los animales, fue la sílaba Al que degeneró más tarde en EL o
HEL. Esta palabra era sagrada para estos hombres, pues representaba para
ellos la Divinidad. Así estos nueve gritos de animales con la sílaba HEL son el
origen del lenguaje occidental y con inversiones y deformaciones particulares
formaron las raíces de todas las lenguas de la humanidad.
Pues se sabe que en prehistoria la inversión
silábica de las palabras occidentales indicaba siempre una orientación. La
construcción, la fonética, de una palabra o de un nombre reemplazaba así en un
abrir y cerrar de ojos toda una relación, toda una larga disertación sobre un
objeto prehistórico, geográfico, sociológico, etc...
Estas diez sílabas madres no dieron sino nueve inversiones
puesto que una sílaba AL, fue siempre
conservada, respetada y aislada
religiosamente por todos los lenguajes; jamás
sufrió inversión. Las nueve inversiones fueron GA o GO, DA, MA, NA, FA, WA, RA, BA
y SA.
Sin embargo, es necesario no confundir la inversión
o desplazamiento de las sílabas de un nombre con la inversión particular de una
sílaba. Esto es muy importante, pues la inversión o desplazamiento de las
sílabas de un nombre no indica una orientalización, una disención, una
desorganización o una guerra de separación entre dos puntos de alianza; en
cambio la inversión de dos letras que componen una sola sílaba indica la
separación, la discrepancia social, la guerra, la desunión entre dos centros,
separatividad completa de la orientalización y por otra parte el abandono de
las tradiciones occidentales.
Pongamos
como ejemplo la palabra OG’HEL-AN o G’HEL-AN.
La
referencia al nombre de AN-G’HEL de una porción de los G’HEL- AN emigrada hacia
el Oriente, indica que esta porción abandona el hogar paterno por causas
provocadas por cataclismos o por espíritu de conquista, pero no a consecuencia
de una discrepancia social o una guerra intestina. También el nombre ancestral,
el nombre patronímico no fue transformado en la composición de sus
sílabas; es el orden de las sílabas del nombre que fue solamente invertido. Los
AN-G’HEL emigrando hacia el Oriente quedaron fieles a las tradiciones
occidentales, al culto de HEL, a los recuerdos ancestrales. Son ellos los que
volvieron a Occidente bajo el nombre de Angle, Inglaterra (ingleses) con los
centros AL-AM-AN-DA (alemanes), GO-RA-MA- NA (germanos), GRAN-G’HEL (francos),
BUR-G’JEL-AN-DA (burgalés) etc... Son ellos quienes enrumbaron a los
historiadores de la raza “gaelle”, cuando la hicieron nacer en el Oriente
(teoría Ananké).
Este paréntesis es necesario para comprender lo que
va a seguir sobre los orígenes de la Masonería y es guía preciosa igualmente
para interpretar una parte de la Biblia.
En efecto, en apariencia, la Biblia aparece
enteramente reservada a la historia de la asociación israelito-hebraica-judía,
pero sus exégesis, es decir, el estudio de la interpretación de sus libros, de
sus símbolos, de sus parábolas y aun de sus tótems, revela innegablemente una
compilación de viejos recuerdos occidentales. El Génesis llamado también
la creación del mundo, es una obra occidental conservada por los
gaelle, y después por los celtas3.
En la épocas edénicas, el Génesis (el árbol de la
ciencia del bien y del mal) era una enciclopedia de ciencias Iniciáticas
occidentales. Extraviado y destruido muchas veces, fue reconstruido penosamente
en fragmentos inciertos, por los celtas del Sur, los Sa.
Los cataclismos terrestres que sacudían al
Occidente (hundimientos de la Atlántida, etc.), devastaron igualmente la
sociedad occidental cuya mayor parte emigró hacia el Oriente llevando las
ciencias del árbol que más tarde, cayeron en el empirismo, en la hechicería, la
magia, las mitologías, etc, etc.
Todos los conocimientos caldeos, egipcios, hindúes,
chinos, etc., eran restos de las ciencias occidentales que murieron a su vez
con la extinción de sus importadores.
Algunos sacerdotes de los celtas del Sur habían
podido conservar durante el curso de sus peregrinaciones en el Ta (el Africa),
gran parte de las ciencias edénicas; pero los periodos diluvianos que los
sorprendieron, la diseminaron muchas veces.
Unos de estos sacerdocios se propuso más obstinadamente que otros a reconstruir los sepultados documentos edénicos en las grutas situadas sobre las altas montañas para preservarlos de
los hundimientos. Este sacerdocio llevaba el nombre de MA-HEL-SA.. MA-I-SA (HEL-I) MO-I-SA...
MOISE (MA el agua). La palabra Moisés significa: la raza de los HEL-SA reunida durante las aguas (el diluvio). Es por esto que la leyenda concerniente a Moisés niño, le representa abandonado sobre las aguas por su madre y recogido por una princesa egipcia.
La leyenda del Monte Sinaí (SA-NA-HEL) es un
recuerdo de las misiones mosaicas buscando documentos iniciáticos sobre los
puntos culminantes escapados a las inundaciones.
Los MA-I-SA habían llegado a reconstruir algunos
restos de las ciencias iniciáticas occidentales reunidas bajo el nombre de
G’HEL- NA-SA... G’HE-NA-SA.. Génesis, es decir el libro de los celtas del Sur,
los Sa, mezclas, mestizaje, con los NA (los negros). Pues los Sa, para escapar
al dominio de los nuevos elementos africanos, agrupados en centros importantes
después del diluvio, y para resistir a estos pueblos que eran hostiles al
Occidente, debieron resignarse a contraer alianzas, maridajes, que los
mestizaron en parte... salvo, no obstante, en sus sacerdocios.
Estas alianzas contraídas sobre todo con elementos
hebreos (HEL-AB-RA) y egipcios, fueron el comienzo del debilitamiento de la
sangre occidental de los Sa. Y llegó un día en que fueron amenazados de exterminio
por sus propios mestizos que querían, a su vez, tomar el dominio de
los grupos de Israel.
Para descubrir las tentativas de rebelión, para
frustrar los espionajes, los sacerdocios MA-SA se constituyeron en pequeños
grupos que se reunían clandestinamente.
Este fue
el origen de las castas secretas MA-SA.
Los sacerdocios MA-SA habían conservado el culto de
las tradiciones occidentales, el culto Hel, que enseñaba a los Hebreos. Es por
esto que la gran divinidad hebraica lleva el nombre de HEL-AM... Elohim... es
decir: el alma de Hel. Elohim era una invocación superior a Jehovah4.
Los MA-SA, aunque reunidos a los hebreos,
aborrecían el culto del totem Serpiente y del totem Becerro (la
Serpiente de bronce, el Becerro de Oro). Su símbolo religioso era el Tau y su
totem estaba simbolizado por cuernos de toro de una parte y por un gavilán dela
otra. Es por lo que aparece Moisés, en las imágenes hebraicas,
con arte de su cabello arreglado en forma de dos cuernos.
Los MA-SA o HEL-SA, asociados en clanes misteriosos
habían compuesto una serie de gestos convencionales, de palabras y signos
conocidos sólo por ellos, a fin de reconocerse y de evitar las traiciones y las
sorpresas de los falsos hermanos MA-SA.
La Serpiente,
símbolo del Oriente, colgada en trofeo de odios sobre el triángulo del Norte de los grandes
antepasados, al cual estaba unido el Tau, constituía el símbolo
secreto, el símbolo de reconocimiento de las nuevas castas MA-SA, en su asociación misteriosa. Pero poco a poco los sacerdotes MA-SA fueron dispersados en Oriente y su símbolo no fue ya
conocido sino por algunas castas demasiado impotentes para mantener la autoridad iniciática occidental del tiempo de Moisés.
Más tarde, grupos blancos perseguidos por los reyes
asirios, intentaron restablecer el culto de los MA-SA y reconstruír sus
fórmulas de iniciación secreta. Se reunieron bajo la dirección de un sacerdote
que tomó el nombre epónimo de AR-AM, es decir la carne de los AR en IRAN. Pero
los AR-AM... Iram, no conocían todas las tradiciones occidentales.
Uno de sus jefes, buscando la puerta del
Norte (es decir las enseñanzas secretas de los Colegios del Norte u
occidentales), fue asesinado en las puertas del Oriente por un falso
hermano...
Más tarde, asociaciones blancas que regresaron en
lentas inmigraciones de Asia al Occidente, y compuestas en su mayor
parte del gremio profesional (obreros, carpinteros, tejedores,
arquitectos, etc.) procuraron revivir la ciencia de los A-SA y de los Irán en
las épocas de tiranías cristianas. Pero los viejos símbolos del tiempo de los
MA-SA y del tiempo de Iram no fueron comprendidos ya.
El triángulo del Norte (símbolo de las Pirámides
para los primeros MA-SA), fue confundido con una escuadra por estas nuevas
iniciaciones.
El Tau
del Sur (la T) fue confundida con una regla metálica.
¡Y la Serpiente colgada como trofeo sobre el
triángulo del Norte, fue confundida con un hilo de plomo!
Después de estas asociaciones, todos estos atributos,
cuyo origen y significación simbólica les eran desconocidos, no podían ser sino
instrumentos relacionados con castas de arquitectos que formaban quizás
potentes grupos políticos en tiempos antiguos.
Por lo demás la palabra masón indica por sí mismo
la corrupción del término MA-SA.
¡Es así como la Serpiente de Oriente triunfante en
su potencia, simbolizada por la serpiente que se mordía la cola, y cuyo círculo
rompieron los sacerdocios mosaicos, se convierte en un benévolo hilo de plomo!
Es así como el Tau, la antigua Tau de Horus, de
Anubis y de Osiris, este Tau en hierro fundido rudo y tosco que servía en ocasiones
para abatir a los espías y a los falsos hermanos que llegaban a introducirse en
los templos secretos, se convirtió en un plácido martillo de tonelero!.
Y de confusión en confusión, de Serpiente en hilo
de plomo, y de Tau en martillo de tonelero, es como generalmente se escribió la
historia de todas las instituciones sociales, políticas y religiosas de la
humanidad.
Si estos orígenes no son siempre de histórica
autenticidad desde el ángulo profano, deberán sin embargo se aceptados por los
masones, pues sobre ellos reposa la Tradición Iniciática.
No obstante, por razones diversas parece que la
época de Salomón (1.020 – 962 antes de J.C.) fecha esencial en la evolución de
nuestra institución.
En efecto, aun admitiendo que no hubo bajo Salomón construcción de Templo ni todo lo que se ha traído en la leyenda simbólica de nuestra Institución, la sola etimología del nombre Salomón revela para los Iniciados
datos de gran
importancia y suministra elementos inequívocos.
Salomón es un epónimo que
lo mismo que Eulises, Aquiles u Orfeo, no representa solamente un personaje sino también una casta, una secta, una raza o una época. Así el nombre de Salomón se compone de tres sílabas fundamentales: SOL-OM-ON.
De un lado tenemos la sílaba SOL que representa el sol, es decir el polo positivo, la ciencia, la objetividad, el Occidente y la columna J. De otro
lado tenemos la sílaba MON que en todas las lenguas
semíticas y sajonas
significa la luna, por consiguiente el polo negativo, la religión,
el misticismo, la subjetividad, el Oriente y la columna B. Estas dos sílabas con su significado, su polaridad y
su sitio en la palabra indican bien las dos corrientes de pensamiento que existen en
el mundo y su indispensable
presencia para servir de bases, de columnas y
de soportes a la creación del Templo de elevación hacia Dios. Tal es el significado de la sílaba central: OM (AUM) el mantram de saludo a
la divinidad.
El profundo e importante simbolismo del nombre de
Salomón no podía ser pues impunemente abandonado; no estaría de más seguir
insistiendo sobre su importancia.
La época de Salomón tenía las condiciones
requeridas no solamente para la construcción de un Templo material, sino
también y sobre todo para la elevación de un Santuario mucho más importante: el
Templo de la Virtud y de la Sabiduría.
Así, aunque la Institución se remonta a la más
excelsa antigüedad, y aun a la pre-historia, su primera manifestación conocida
se hizo sentir en la época de Salomón, hijo de David, en la construcción del
famoso templo de Jerusalén que fue confiada a un equipo de
constructores-arquitectos que tomó el nombre epónimo de Iram. Es necesario
decir una vez por todas que Hiram o Iram, el personaje de que nos habla la
Biblia no era sino un obrero, un maestro fundidor, por cierto "muy hábil
en todos los trabajos de bronce" y sin duda a la cabeza de un equipo de
orfebres, cerrajeros y herreros, pero no el "Gran Maestro" de quien
nos habla la tradicional leyenda.
Volviendo a lo anterior, los sacerdotes del pueblo
hebreo, instaurados en la época de MA-HEL-SA o Moisés, conservaron celosamente
su pureza de sangre o su racismo blanco y occidental como se
diría hoy; la prueba reside en el hecho de que el sacerdocio fue reservado a
una sola casta: la tribu de Leví....5 A
la larga, para preservarse de la amenaza de extinción, ellos fueron obligados a
constituirse en grupos secretos que por consiguiente dieron nacimiento a la
Orden de los Esenios.
Esta Orden desempeño un papel preponderante en la
Historia: es ella la que produjo a la masonería uno de sus más grandes
maestros: Jesús, de quien volveremos a hablar más adelante.
La fraternidad de los Esenios era una reunión de Iniciados que no
se ocupaban de cuestiones banales, practicaban una moral severa, llevando una
vida ejemplar y tratando siempre de establecer el equilibrio. Vivían en
comunidades, todos los miembros trabajaban para el Tesoro común que pertenecía
a la Orden y cada uno tenía el derecho de adorar su idea... lo que no les
impedía practicar el esenismo6.
Su saludo de pase era: “Que la paz sea con
vosotros”... (Pax Vostrum). Una categoría permanecía en celibato y se
consagraba a los más altos grados de Iniciación, pero la otra se casaba.
Hay que agregar que las uniones no eran contraídas a la ligera, pues en
este acto tenía una importancia esotérica. Una prueba de tres años era
requerida antes de poder alcanzar el primer grado. Naturalmente es necesario
añadir que para una más rápida evolución los Esenios eran vegetarianos, no
comían nada condimentado y bebía agua de las fuentes...7
De este modo tenían numerosas reglas para evitar el
fanatismo oriental, teniendo su sede en Jerusalém8...
Sin embargo, tenían también institutos en Alejandría y Heliópolis, pero con un
fin de reclutamiento, ya que no eran sino Escuelas para grados menores...
Nos es necesario repetir que Jesús era esenio, pues
pensamos que esto está definitivamente fijado en el espíritu de todos los H:.
M:. Séanos, sin embargo, permitido citar algunos hechos muy importantes.
La enseñanza del Cristo era semejante y consecutiva
a la enseñanza de los Colegios Iniciáticos. Una prueba muy bella de esto existe
en un pergamino encontrado en Alejandría9 y
que es una carta escrita por el Superior de la Orden Esenia en un
Colegio de la sección de
Alejandría, y esos algunos años después de la muerte del Señor10. Esta correspondencia estaba dirigida a
la Fraternidad esenia de Egipto para tratar un punto relacionado con los
rumores que corrían acerca de Jesús el Nazareno.
En este manuscrito esenio, el Alto Dignatario
describía la infancia de Jesús consagrado a esta misión desde su más baja edad
(los Iniciados sabe la razón de esto); todos los detalles están allí contenidos
acerca de su educación en la Orden, su evolución y su vida de retiro y de
estudio. A su salida del Colegio Iniciático cuando alcanzó la Maestría, la
consagración de la última prueba (la del agua) le fue dada por Juan el
Bautista.
El Venerable de la Orden agrega que Jesús después
no actuó más que dentro de la línea de las instrucciones esenias y que tenía el
permiso para todos los actos que realizó.
Esta carta del Anciano de los Esenios es muy
importante, pues ella relata no solamente que Jesús era un Hermano de la Orden,
sino también “El hermano querido de nuestra comunidad”. Más
adelante el Superior agrega: “Fue un Iluminado y un Maestro
experto en el arte de curar como lo son siempre nuestros
Superiores...” El Gran Terapeuta conocía también que Jesús, Elegido del
Todopoderoso, era enviado por El para enseñar durante su vida el Reino de los
Cielos”.
Los esenios de Alejandría pronto se convencieron
que el Divino Maestro era un miembro de la Orden, pues que seguía las reglas
utilizando los signos de reconocimiento y que en su calidad de Alto Iniciado no
venía por ninguna secta, aunque practicaba ciertas virtudes y ciertas maneras
de enseñar que no dejaban la menor duda, cuando además reconocían la palabra de
pase: Que la paz sea con vosotros (indicativa de los Colegios
del Norte).
El reconocimiento por el mismo Superior de que
Jesús no tenía necesidad de autorización para actuar como lo había hecho,
es también muy importante, y el hecho de que el Maestro se Nazareanizara11 es
completamente conforme a la regla. Esto es clarísimo
para aquellos que están al corriente del proceso jerárquico y del mecanismo
Iniciático.
En cuanto a Jesús, es necesario que hagamos también
una aclaración muy importante, y acaso desagradable para muchos, en lo que se
refiere a la ortografía.
Los eruditos cristianos no ignoran la necesidad de
escribir Jhesú con “H” (letra madre de mando que se encuentra además en los
monogramas):
Pero también es necesario suprimir la S, pues de
otro modo sería vincular al Divino Nazareno a una secta vulgar.
En efecto, si analizamos este nombre a la luz de la
Iniciación prehistórica encontramos que elementos celtas emigrados hacia el sur
(Sa) formando los centros HEL-SA (Iniciados que toman un epónimo) fueron más
tarde un pueblo de OG-HEL-SA (los hijos de HEL-SA) los J’HEL-SA... JHE-SA...JHESU.
*
* *
Después de
los esenios, y aparte de las escuelas filosóficas de la Grecia (Pitágoras, Sócrates, etc...) ninguna
otra institución secreta importante hizo su aparición hasta la Edad Media y fue precisamente en el tiempo de las cruzadas, época en la cual surgieron los caballeros del Templo, la cual es descrita en la parte complementaria de este libro.
Es casi seguro que los templarios recibieron su
nombre de la Iniciación Oriental a la cual se unieron voluntariamente queriendo
reconstruir el Templo espiritual (invisible) después de haber recibido las
indicaciones provenientes de los constructores del Templo de Salomón (visible
en Jerusalem)12
Como sucede con frecuencia en casos semejantes, la fundación es debida a un número muy pequeño de compañeros animados del mismo
ideal. Bajo Beaudoin, Rey de Jerusalem, dos caballeros franceses
Hugo de Payns o Payens y Geoffroy de Saint-Omer
llegados a Tierra Santa
con la intención de realizar obras útiles, decidieron
consagrarse a la defensa de las rutas que por desfiladeros peligrosos conducían a Jerusalem. Esta protección les pareció
posible juntándose a otros
caballeros y es así que convencieron a siete compañeros de armas para su aventurado
designio y les hicieron prestar juramento de fidelidad común.
Es naturalmente difícil atribuirles todas las
cualidades tan importantes que rindió su Orden. Sin embargo, parece muy
probable que algunos de ellos, espíritus muy distinguidos, tenían conocimiento
del hermetismo cristiano, de la arquitectura y de las tradiciones de grupos
iniciáticos de Compañeros. Bien pronto fueron engrosadas sus
filas por caballeros y capellanes de diferentes naciones, hombres poseedores de
enseñanzas y de simbolismo bastante rico, así como por monjes constructores Iniciados.
Una primera enseñanza se nos ofrece ya: los
fundadores fueron 9.
Conocemos la predilección de los
Pitagóricos y de los Kabbalistas por la Eneida, que se encuentra en el
celtismo, el bardismo y los Padres de la Iglesia, que también conocieron una
enseñanza simbólica continuadora de la del paganismo.
Pensamos no tener necesidad de insistir a los
masones sobre la importancia que se debe conceder a su culto por San Juan, y a
la doctrina del juanismo que tiene la reputación de haber profesado.
Pensamos también que es inútil citar los detalles
demasiado conocidos, que impulsaron al Papa de un lado, y a la realeza del
otro, a perseguir y suprimir la Orden del Templo: confiscar sus bienes y
el recelo de su influencia, fueron los principales móviles. La sangrienta
persecución de que fueron objeto, obligó a los templarios, a expatriarse o a
reingresar en otras órdenes religiosas.
Sin embargo, algunos grupos sobrevivientes, merecen
mencionarse como los mismos Templarios transformados en Caballeros de Cristo en Portugal13.
Los unos o los otros crearon caballerías de
neo-templarios, de quienes se ha dicho que se aliaron en el XVIII con la
Francmasonería donde ingresaron con altos grados, conservando las vestiduras y
manteniendo, con intenciones de venganza... el odio contra el mal Rey y el
débil Papa, causa su desdicha.
De todos modos, la supervivencia de los templarios
es completamente relativa en la masonería corriente; quedan apenas algunos
símbolos y ritos generales.
La mayor parte de los eruditos medioevales dudan de
la continuación de la Orden en los ritos masónicos y sobre todo del valor de
los documentos que conservan en sus archivos.
Es innegable que dejaron ciertas enseñanzas los
templarios refugiados, lo que permitió hace que se agruparan partidarios en
sociedades secretas y cuyos continuadores en seguida crearon ritos donde los
recuerdos de la célebre Caballería permanecían como base. Pero fundirse en
asociaciones de compañeros es una cosa, e introducir símbolos y enseñanzas
templarias es otra.
En una palabra la afiliación de los H:. M:. con los
templarios es cosa completamente relativa; rehusamos admitir una transmisión
regular del Templo a la masonería. Con todo, ciertos ritos han recibido
una parte de la herencia Iniciática, pero es necesario tomar los orígenes de la
masonería mucho antes de la milicia del Cristo. Naturalmente esto no es negar
la existencia de ciertos Caballeros en la hora actual, ya que el problema de la
Orden del Templo no es más que una referencia en la Masonería Universal.
Además de la Orden de los templarios que es la
Fraternidad más importante de toda la Edad Media, otras sectas o asociaciones
más o menos iniciáticas y ocultas vieron igualmente la luz antes de la
tradicional fecha de 1641.
Primeramente vienen las corporaciones profesionales
(constructores, tejedores, albañiles, etc...) que con la intención de conservar
sus secretos profesionales y sus prerrogativas se constituyeron en grupos
compactos y casi impenetrables, cuyo aprendizaje demandaba largos años de
perseverancia y fidelidad. Pues aun durante el renacimiento el carácter
religioso del trabajo no era puesto en duda por nadie. Tal fue el origen del compañerismo.
La rama de construcción de catedrales en donde la
Franc- Masonería operativa (albañiles, constructores, arquitectos, etc.) poseyó
siempre la tradición iniciática más elevada, fue la única en pedir estudios
sobre casi todos los oficios14. Los
maestros de esta cofradía poseían un Saber tradicional e Iniciático que
provenía de tres fuentes principales:
1. De las
fraternidades creadas por los emigrados de Oriente.
2. De
obreros llevados a Europa por los templarios, y
3. De los
últimos artesanos bisantinos, más ricos en enseñanza tradicional de lo que
pueda creerse.
Así, la Franc-Masonería fue el compañerismo de los
Maestros Masones libres de las catedrales. Esta sólida asociación, hacía
parte de la transmisión tradicional hermética; más tarde introdujo
geometría y números sagrados, ritos y símbolos de trabajo y sentido de las
herramientas, a lo que se llama la Masonería Azul o simbólica.
Señalamos igualmente de paso algunas sectas y ritos
que se formaron antes del nacimiento oficial de la F:. M:.
En 1135 (!) se fundó en Estocolmo el RITO SUECO
constando de nueve Grados, siendo el último el del Iniciado de San Andrés.
Tenía además tres Títulos Honoríficos, el último de los cuales era el de
Maestre Reinante.
Tenemos en seguida los HERMANOS DE LA ROSA CRUZ
(alemanes) que fundaron esta Orden viniendo de Palestina en el año 1188. Esta
Orden fue reformada en 1378 por Christian Rosencreutz y disuelta en 1798.
La ESTRICTA OBSERVANCIA fue fundada en 1312 por
Pedro de Aumont, que como se sabe fue el Gran Maestro de una de las cuatro
ramas templarias que subsistieron después de la disolución de la Orden de los Templarios.
En 1482 encontramos en Varsovia la ACADEMIA
PLATONICA fundada por Marsileo Ficint.
En fin, cronológicamente la última de las
principales sectas ocultas, creadas antes de la fundación formal de la
Masonería, es el RITO DE LOS HERMANOS DE JUAN que fue inaugurado el 24 de junio
de 1535 y que pretende ser la F:. M:. contemporánea del cristianismo.
Valiéndose de ciertos archivos se ha conseguido trabajosamente remontar su
fundación a 1440!.
En cuanto a la F:. M:. Iniciática, que es la que
sobre todo debe interesarnos, procede de transmisiones regulares de hermetistas
del Renacimiento y del siglo XVIII, herederos de los guardadores de la
Tradición patricia primordial, remontándose la una muy lejos de la otra como
acabamos de verlo. Cuenta entre sus fundadores, no ya voceros sino transmisores
de esta Tradición universal de diversas corrientes herméticas: pitagórica,
cabalística, mitríaca, sincretista, co- oriental, cristiana, etc...
Así, del fondo de las edades, la Fraternidad
Iniciática ha surgido blandiendo aquí y allá los valores del espíritu y dando
libre curso a las libertades que son la garantía de la dignidad del hombre. La
Gran Familia obedecía entonces sabiamente a la Jerarquía de los Sabios e
Instructores Espirituales que regentaban los Santuarios, y todos los otros
cenáculos o Escuelas de Arcanos. De esta manera, el progreso y la paz
entre los hombres eran garantía para este gobierno mundial de Iniciados, pues
no olvidemos que fueron estos mismos Iniciados quienes hicieron la grandeza de
las edades pasadas y que fueron igualmente ellos quienes construyeron las más
bellas catedrales de Europa.
Sin embargo, ha existido siempre una Fraternidad
Iniciática con poder central, que se ha mezclado poco a poco con los sistemas
corporativos, religiosos y filosóficos. Transmitiendo una parte de su
esoterismo, se retractaba cada vez que se aludía a verdaderos misterios que no
entregaba sino solo a Iniciados, los cuales con mucha prudencia intentaban
siempre formar un Colegio, pero preferían dar el patrimonio oculto a un solo
elemento más bien que divulgar la enseñanza sagrada a cualesquiera individuos.
Sin embargo, el Gran Consejo Supremo era siempre el
salvaguardado, funcionario en secreto, conservando el VERBO, nombrando sus
miembros, dando impulso a algunos grupos a fin de que, aunque débil, ardiera
siempre allí un fuego iniciativo, y manteniendo el espíritu en medio de alguna
sociedad secreta, que sin estar enteramente bajo su autoridad, vivían sin
embargo por su influjo...
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CITAS:
1. La
primera nota es un (*) en la introducción del libro.
2. Realizar, en la acepción esotérica tiene el sentido de comprender, por expansión de conciencia
3. La historia de la creación (del Génesis), que tomado al pie de la letra haría sonreír a cualquier escolar de nuestros días, oculta un profundo sentido simbólico que se descifra con claves. Estas claves se encuentran: 1° en el simbolismo egipcio; 2° en el de todas las religiones del antiguo ciclo; 3° en la síntesis de la doctrina de los INICIADOS, tal como resulta de la comparación de la enseñanza esotérica desde la India Védica hasta los Iniciados cristianos de los primeros siglos. Los sacerdotes egipcios, nos dice los autores griegos, tenían tres maneras de expresar su pensamiento. La primera era clara y simple, la segunda simbólica y figurada y la tercera sagrada y jeroglífica. La misma palabra tomaba según su conveniencia, un sentido propio, figurado o trascendente. En las antiguas ciencias teogónicas y cosmogónicas, los sacerdotes egipcios emplearon siempre la tercera forma. Sus jeroglíficos tenían entonces tres sentidos correspondientes y distintos, de los cuales los dos últimos no podían ser comprendidos sin clave. Esta manera de escribir enigmática y concentrada, se basaba sobre un dogma fundamental de la doctrina de Hermes, según la cual una misma ley rige el mundo natural, el mundo humano y el mundo divino. Este lenguaje, de una concisión prodigiosa, ininteligible para el profano, era de una singular elocuencia para el adepto, pues por medio de un solo signo evocaba los principios, las causas y los efectos que de la Divinidad irradian sobre la naturaleza. Gracias a este medio de expresión, el adepto abrazaba los tres mundos con una sola mirada. Es indudable que el Génesis fue escrito en jeroglíficos egipcios de tres sentidos. Después de la cautividad de Babilonia, en tiempo de Salomón, se tradujo el Génesis en caracteres fenicios, cuando Esdras lo redactó en caracteres arameos- caldeos; el sacerdocio judaico no manejaba sin imperfectamente dichas claves y por último vinieron los traductores griegos de la Biblia, que no tenían sino una débil idea del sentido esotérico de los textos. San Jerónimo a pesar de sus serias intenciones y de su gran espíritu, cuando hizo la traducción latina después del texto hebreo, no pudo penetrar hasta el sentido primitivo del texto y aun, si lo hubiese hecho, habría callado. Sin embargo, él tuvo noticia confusa de esto cuando declaró: “El más difícil y oscuro de los libros sagrados, el Génesis, contiene tantos secretos como palabras y cada palabra encubre muchos!...” Así, cuando leemos el Génesis en nuestra traducción actual no extraemos de él más que un sentido primario e inferior...
4. Elohim o AElohim es el plural de AELo, nombre dado al Ser Supremo por los hebreos y caldeos, el cual deriva de la raíz AEL, que indica elevación, la fuerza y la potencia expansiva, y que significa Dios en el sentido universal. Hua, es decir EL, es en hebreo, en caldeo, en siríaco, en etíope y en árabe, uno de los nombres sagrados de la divinidad.
5. Biblia, Libro de los Números, Cap. 3, Vers. 12, 41, 45 y todo el cap. 4
6. Purificaciones múltiples: del cuerpo por baños frecuentes diariamente, y del espíritu por meditaciones y plegarias. Sus reglas les ordenaban igualmente usar vestiduras blancas en una esfera intelectual, ejercer la hospitalidad con espíritu de lo más democrático y vivir de los productos de la tierra a exclusión de todo comercio o industria.
7. En lo que concierne al vino, todo el mundo sabe que el alcohol es desterrado de los Iniciados. Toda ceremonia antigua o actual en donde se sirve bebidas de este género delata inmediatamente el poco valor Iniciático de tal religión, grupo o fraternidad...
8. Se sabe que esta última pertenecía a los Colegio del Norte de enseñanza Iniciática Occidental.
9. Este documento precioso fue encontrado por un miembro de la
Sociedad de Abisinia en una biblioteca abandonada en el fondo de un antiguo
edificio ocupado en épocas lejanas por monjes griegos (del Monte Athos). Este
lugar pertenecía a la fraternidad de los esenios al comienzo de la colonia de
Alejandría (contemporánea de Jesús). Esta copia ha pasado a una sociedad
pitagórica alemana.
10. Según las doctrinas esotéricas, Jesús vivió más o menos 40 años después de la crucifixión. Descendiendo de la cruz después de 6 o 7 horas, está científicamente comprobado que el Cristo no había muerto, pues los ajusticiados en las mismas condiciones daban el último suspiro 3, 4 ó 5 días después. Transportado a lugar seguro, magnetizado, curado, etc., hubo de consagrarse a la enseñanza de discípulos exclusivamente de la Orden. Esta teoría es defendida por los ocultistas más eminentes, ciertos historiadores, e investigadores serios, entre ellos el Prof. Ernest Bosc.
11. Un Nazario (palabra venida de Nazareen), es un terapeuta viajero. Jesús no solamente prefiere la vida independiente (se nazareanizó) sino que los Iniciados conocen su realización, El había aceptado su misión y desde entonces debería obrar aislado para no arrastrar a la Orden a este fin que El había aceptado para El solo.
12. Es por eso que su primera casa fue establecida sobre el Monte Morish.
13. Aunque se trataba de una continuación de los Templarios, el carácter Iniciático de esta Orden era nulo, y aún quedó olvidada la conciencia de un trabajo con sentimiento universal. Se trataba de reconstruir la Orden, en su línea religiosa y nada más.
14. Vitruve en
su “Tratado de Arquitectura” que dedicó al emperador Augusto exige del arquitecto no solamente conocimientos históricos técnicos,
sino también conocimientos en matemáticas, en filosofía natura, en historia, en música y astrología!.
S.R.D.L.F.
E.L.N.D.L.M.